EL SEÑOR DE LAS SOMBRAS (Biografía no autorizada de Alvaro Uribe) 1 | Page 146
tenía que dejar entrar a los representantes de todos los
movimientos políticos. “Poco después recibí una llamada en mi
despacho. Un escolta de la Policía me previno sobre la posibilidad
de un problema de orden público en el Centro de Cómputo donde
el senador Fabio Valencia era acorralado en ese momento. Me
dirigí allí de inmediato. Cuando llegue, encontré a diez o doce
dirigentes liberales muy agresivos. Les dije que me dejaran
manejar la situación y les aseguré que solucionaría el problema.
Yo prefiero no decir lo que pasó a la entrada, porque eso debe
estar grabado por los camarógrafos. En el séptimo piso del
edificio, donde funciona el Centro de Cómputo, encontré, entre
otros, al candidato Álvaro Uribe Vélez y al senador Mario Uribe.
“Me acerqué al doctor Álvaro Uribe, el no me aceptó el saludo de
mano. Seguí con la mano tendida y el doctor Uribe fue muy duro
conmigo. No obstante conservé la tranquilidad y le dije que
moderáramos el tono, que arregláramos la situación. Él me dijo
que yo no era imparcial. Le contesté que si yo no era imparcial
había otras instancias y agregué que manejáramos las cosas con
calma. Me dijo que no. Le dije que a lo mejor él sería mañana el
gobernador y que situaciones como esas había que manejarlas
con tranquilidad. Me contestó que no le diera lecciones y que él
me las iba a dar cuando fuera gobernador. Yo le dije que estaba
bien, que yo las aceptaría porque sé que me he equivocado
muchas veces. Preferí dirigirme al senado r Mario Uribe quien se
hallaba más tranquilo y le propuse arreglar la situación para evitar
que todo lo que había marchado bien, se fuera a dañar. El senador
Uribe me propuso una solución: que el senador Fabio Valencia no
deje ninguna constancia - yo no había visto a Fabio - y todos nos
vamos. Yo le dije que no había ningún problema. “El senador
Valencia aceptó la propuesta. A la salida del Centro de Cómputo el
senador Mario Uribe me manifestó que no había recibido
información sobre los resultados, y yo me mostré dispuesto a
proporcionársela. Yo le fui dando toda la información a la
campaña de Álvaro Uribe a través de Mario. “En eso salieron las
declaraciones del doctor Álvaro Uribe, violentas, contra mí. En ese
instante me llamó el ministro, Horacio Serpa. Yo le conté toda la
historia y le dije que no entendía cómo, después de la solución, el
doctor Uribe insistía nuevamente en el problema. Después aclaré
el asunto con el senador Mario Uribe. A mí me parece que fue una
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