EL SEÑOR DE LAS SOMBRAS (Biografía no autorizada de Alvaro Uribe) 1 | Page 142
tuvo con Fabio Valencia Cossio el día que lo eligieron gobernador
cuando, al verlo en la silla del Registrador en medio de un conteo
de votos reñido, creyó que estaba influyendo en su contra y lo
golpeó con los puños”.
Parece ser que a Uribe le dan de cuando en vez algunos ataques
de mala memoria. Porque la historia no es exactamente como se
la cuenta a la periodista. Candidato de los sectores más diversos
(lo apoyaron William Jaramillo, Piedad Córdoba, Luis Guillermo
Vélez, Omar Flórez, algunos políticos de la Nueva Fuerza
Democrática, otros del Movimiento de Salvación Nacional y unos
más de la Anapo), se enfrentó rudamente desde un comienzo al
liberalismo oficialista, que apoyó a Jaime Henríquez, un político
gris pero con un alto número de electores. El día de su inscripción -
contó la prensa - lo hizo bajo una tremenda “silbatina de líderes
obreros que acompañaban a otro candidato”. Se enfrentó también
a “la poderosa máquina electoral del senador conservador Fabio
Valencia Cossio”, quien apoyó a Alfonso Núñez Lapeira. El
programa de Uribe parecía una colcha de retazos. Ofreció sentar
las bases para una pacificación social, habló de un gobierno
suprapartidista y recalcó la necesidad de defender la unidad
antioqueña, y en una enumeración exhaustiva dijo que trabajaría
por el Programa Alcaldía-Excelencia, la descentralización
administrativa y fiscal de la educación, un Icfes de evaluación
regional, la aplicación del nuevo sistema de seguridad social, la
salud para los sectores más pobres, la construcción de hospitales
públicos, el plan vial de apertura y la terminación de las vías
iniciadas, el Tapón del Darién, las carreteras estratégicas, la
navegación por el río Magdalena, los bosques y recursos hídricos,
la defensa de la biodiversidad de la zona limítrofe con el Chocó, un
plan de desarrollo forestal, servicios públicos capitalizados con
acciones del sector privado, tarifas más favorables, teléfonos y
electrificación rurales, masificación del gas, banco de agua,
publicación de todas las compras hechas por los municipios,
compra de un millón de hectáreas prometidas por el presidente
Samper, construcción del puerto de Urabá y del Centro de
Convenciones de Oriente, sesenta mil subsidios de vivienda a
través del Inurbe, defensa del monopolio departamental de licores,
liberación de su comercio, y fomento al empleo productivo. Pero
donde hizo énfasis fue en su programa bandera: la seguridad.
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