EL SEÑOR DE LAS SOMBRAS (Biografía no autorizada de Alvaro Uribe) 1 | Page 127
directamente mandados por él'. “Hacia 1996 se intensificó la
persecución paramilitar. Se dice que Gerardo Montoya Molina,
alcalde del municipio, estimulaba a los pobladores a apoyar la
conformación de grupos de seguridad privada Convivir, que en
definitiva eran grupos paramilitares. Los operativos los
comenzaba el Ejército, en especial grupos contraguerrilla, con
patrullajes y hostigamientos periódicos; estos amenazaban a los
pobladores diciendo 'no nos digan nada a nosotros; díganselo a
los que vienen mas atrás; esos no van a llegar a preguntarles;
ellos van a llegar a darles directamente en la cabeza si no dicen
nada'. Cuando se retiraba el Ejército, a los dos días llegaban los
paramilitares en camionetas, en cantidad de 80 a 100 hombres
armados, llevándose el ganado, quemando las casas,
amenazando de muerte y cometiendo los crímenes. “De esta
manera se llevó a cabo el desplazamiento de las comunidades de
las veredas del municipio de San Roque, y los pocos que
permanecieron, quedaron a la merced de los designios de estos
grupos paramilitares. “La complicidad del Ejército ha sido tan
clara, que en el corregimiento Cristales el paramilitarismo vivía
haciendo las leyes, al igual que e resto del municipio. Cristales
queda a 45 minutos en carro del casco urbano de San Roque,
donde el Ejército permanecía acuartelado".
Al preguntarle por las denuncias de la Unión Europea, Uribe Vélez
contestó: “Una lástima que se publiquen libros basados solamente
en la guerrilla. Mis familiares Vélez son muchísimos pero hasta
hoy no conozco uno solo que se llame Julio, con finca en Cristales
y promotor de paramilitares. Mi padre, mis hermanos y yo, nunca
hemos tenido conflictos de tierra; hemos sido empresarios del
campo con espíritu cristiano. En junio de 1983 la FARC asesinaron
a mi padre en la hacienda Guacharacas, hirieron a mi hermano y
una maestra evitó el secuestro de mi hermana. En 1995, el ELN
incendió la finca, asesinó al administrador y hubo un robo masivo
de semovientes; mi familia la abandonó y malvendió. Por solicitud
mía en 1995 la Fiscalía investigó nuestro comportamiento en la
región y dictó un auto inhibitorio a mi favor. La zona de orden
público de Segovia la decreté a instancias de la Fiscalía para que
el Ejército evitara una nueva masacre paramilitar, Introdujo orden
público pero no cercenó libertades. Las Convivir buscaron
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