EL SESQUICENTENARIO DEL PRIMER CONGRESO INTERNACIONAL DE QUÍMICOS Septiembre 2017 | Page 14
La trascendencia de este artículo radica en que clarificaba el concepto de peso atómico, relacionándolo
correctamente con el peso molecular y sentaba las bases a través de la teoría atómica, despejando la incertidumbre que
imperaba en la época en la definición de los conceptos fundamentales de la química. Con este trabajo Cannizzaro abre
una nueva ruta, con bases experimentales, alejadas de suposiciones conceptuales, y utilizando un lenguaje sencillo y fácil
de entender. En el mismo año de 1858, publica Lezione sulla teoria atomica (“Lección sobre la teoría atómica”) en la revista
italiana “Liguria medica” en la que profundiza en los mismos temas del “Sunto”, detallándola e ilustrándola con distintos
ejemplos, poniendo de manifiesto su fe en su trabajo y en el progreso de la ciencia”.[15]
El comienzo del artículo deja perfectamente claras las ideas de su autor sobre la teoría atómica. “Creo que el
progreso de la ciencia, realizado en estos últimos años, ha confirmado la hipótesis de Avogadro, de Ampère y de Dumas
sobre la constitución semejante de las sustancias en estado aeriforme; es decir, que volúmenes iguales de estas
sustancias, bien sean simples o compuestas, contienen un número igual de moléculas, pero no un número igual de átomos,
puesto que las moléculas de las diversas sustancias, o las de la misma sustancia en sus diferentes estados, pueden
contener un número distinto de átomos, tanto si son de la misma como de distinta naturaleza”.[16]
Para calcular los pesos atómicos y relacionarlos con los pesos moleculares hace uso de la hipótesis de Avogadro
(1811) y de Ampére (1814), de la ley de Gay-Lussac (1810–1882) sobre los volúmenes de combinación de los gases
enunciada en 1808 y que formula así: “los gases en cualesquiera que sean la proporciones en las que se pueden combinar,
dan siempre lugar a compuestos cuyos elementos, medidos en volumen, son siempre múltiplos uno de otro”. Para
determinar los pesos moleculares de los líquidos recurre al método de Dumas (1826). Con este método, Dumas demostró
que el peso molecular de algunos compuestos orgánicos era directamente proporcional a su densidad de vapor. Por último,
para calcular el peso atómico de los elementos sólidos emplea la ley de Dulong y Petit (1819). Esta ley establece que “el
producto del calor específico de cualquier elemento sólido por su peso atómico es prácticamente constante e igual a 6,3
(expresado en cal/ºC at-g)”.
Cannizzaro construye una tabla con 33 sustancias algunas de las cuales son alótropos y determina el peso atómico
de 31 elementos químicos distintos. Es la primera gran relación con pesos moleculares y atómicos parecidos a los que
hoy conocemos. Establece la ley de los átomos en la que introduce el concepto de átomo: “las diferentes cantidades del
mismo elemento contenido en distintas moléculas son todas ellas múltiplos enteros de una misma cantidad, que, siendo
entera siempre, debe llamarse por esta razón átomo”. En la Tabla 2, se recogen los pesos atómicos de los elementos
calculados por Cannizzaro y recogidos en su artículo “Sunto” comparados con los actuales de la IUPAC.
Es de justicia destacar la importancia del “Sunto” ya que fue traducido, entre otros idiomas, al alemán por Lothar
Meyer en Ostwald’s Klassiker der Exalten Wissenschaften, nº 90 (Leipzig, Verlag Engelmann, 1891) con el título “Abriss
eines Lehrganges der Theoretischen Chemie vorgetragen an der K. Universität Genua vor Prof. S. Cannizzaro
Herausgegeben von Lothar Meyer” y al inglés en Alembic Club Reprints, nº 18 (Edimburgo, 1911) con el título “Sketch of
a course of chemical philosophy”. En el centenario de su publicación, fue traducido al español, comentado, reproducido y
editado por Román bajo el título “Compendio de un curso de filosofía química” [17].
El Congreso de Karlsruhe. El caos se había apoderado de la Química en las post