EL SER PANAMEÑO Vol 1 | Page 12

¡ Oh Patria que te extiendes, egregia y soberana, sobre un istmo radiante de luz y de verdor; te arrulla el armonioso murmullar de dos mares y te cobija un cielo de espléndido fulgor!
Hercilia Ramos de Argote
Tierra predestinada, que la Naturaleza ha enclavado en el mismo corazón tropical para que seas vórtice de los altos designios que vislumbró Bolívar en su ensueño genial.
Surgiste en el consorcio de las naciones libres con tu diadema diáfana de estoica dignidad; tu historia es un compendio de férvido heroísmo y tu lema, un baluarte de confraternidad.
Eres puente que abraza a los pueblos del mundo en comunión de anhelos de paz y libertad, y aunque pareces frágil, por dimensión geográfica, grande eres por tu fuerza de solidaridad.
¡ Oh dulce Patria amada, ubérrima y señera, que vibras y palpitas con latido inmortal, en cada sacro pliegue de la bandera augusta y en las trémulas notas del himno nacional!
Nosotros, los que abrimos los ojos en tu tierra, y en tu entraña bebimos la sabia maternal, somos, Patria, tus hijos. Y nuestra sangre es chispa saltada de las vetas de tu ígneo pedernal.
Por eso la ofrendamos, solemne, en tus altares, por tu soberanía, prosperidad y honor y porque ondule siempre, altiva, inmaculada, bajo tu cielo límpido, la enseña tricolor.