EN EL RECITAL DE LA CIMA
LOS TIPITOS EN EL GRAN RIVADAVIA
Los Tipitos eligieron el renovado y reinaugura-do Teatro Gran Rivadavia (escenario que supo al-bergar a históricos del rock nacional como Char-ly García y León Gieco, pero que estuvo cerrado desde 2004 hasta el año pasado) para presentar, el último 2 de julio, su más reciente placa disco-gráfica: Ojos Tremendos.
Y así sonó la banda: TREMENDA. Contunden-te. Prolija. Multifacética y multiclimática, como sus integrantes, dados la di-versidad de instrumen-tos que cada músico ma-neja y la variedad de texturas que pueblan su vasta discografía.
De la lista de temas, hay que destacar que cum-plieron la promesa de tocar “Ojos Tremendos” entero (inclusive el cóver de Soda Stereo que figu-ra como bonus track, “Cuando Pase El Tem-blor”), “aunque no de pé a pá”, como bien aclaró Willy tras los primeros cuatro temas, sino me-chando con viejos y nue-vos clásicos (“Búsquen-la”, “Como Un Dragón”, “Se Te Nota").
Los invitados también dejaron su huella sobre el Gran Rivadavia: pri-mero, Celeste Carballo la rockeó toda para hacer su clásico “Una Canción Di-ferente", y arengó al pú-blico a cantar el estribillo y reflexionar sobre la im-portancia de la palabra “libertad”. Seguidamen-te, se calzó la electro-acústica para acompañar a Willy en “Silencio”. Las ovaciones de pie no se hicieron esperar.
“Qué nos falta? Cerrar con música electrónica! Ah, qué? De eso también tenemos?”, preguntó en forma de chiste el propio cantante y tecladista, pa-ra recibir a Poncho, con quienes interpretaron u-na versión tecno de “Flor Negra” (con guiños a “O-ye Como Va” en el final) y uno de los himnos de la banda electrónica: “Plea-se Me”.
A consideración de este cronista, los momentos musicales cumbre se die-ron al volver del interva-lo con ”Puedo Hacerlo" y “Qué Es Tan Real", con Hernán Jacinto de invita-do en los syntes y progra-maciones, creando unos climas de cuerdas impre-sionantes. Poco después, Coti Sorokin interpretó magistralmente “Sába-dos Blancos”, con una a-finación admirable (qui-zás superándose en com-paración a cuando canta sus propios temas), y la banda se lució notoria-mente. Apenas minutos antes, las pantallas mos-traban fotos del gran "Negro" García Lóopez, a quien le dedican "Canto de Sirenas".
El “pogo” sólo se armó con la seguidilla final de “Apostar al Amor", "Bru-jería”, “Algo”, y “Campa-nas en la Noche”, aunque los guardias de seguri-dad del teatro le pidieron amablemente a la gente que se agolpaba adelan-te que volviera a sus ubi-caciones originales, y así desactivó el agite antes