El populismo n42a06 | Page 17

Gildardo Antonio Bueno Romero La orientación resalta: a) la importancia de la dimensión discursiva por la cual se logra articular la dimensión social, política y económica, al considerarse que más allá de la simple retórica de un líder, el discurso logra un proceso de transformación cultural; b) la construcción de unidad e identidad de grupo que se configuran alrededor de demandas sociales que tienen fuente en la relación plebs-populus, en el que —como dice Laclau— un sector popular reclama ser el pueblo legítimo. De tal forma la expresión colectiva de necesidades y reivindicaciones logran despertar la solidaridad y la unidad de grupos sociales que, de la mano de un líder, presionan y buscan la solución de sus carencias. [ 128 888 ] Esta clasificación explica que los diferentes populismos se originan en la heterogeneidad social, en las necesidades y la solidaridad que se generan, pero también en una cultura política que ancla la acción de sujetos y condiciona sus subjetividades. Pese a la valoración negativa del populismo, este ha permitido la inclusión y la participación de la plebs, de las masas populares en la órbita de acción del Estado; sin embargo, se advierte que si dentro de esta orientación solo se enfatiza la dimensión discursiva como forma de articular diferentes relaciones sociales y políticas, el concepto se vuelve tan amplio que, tal como lo considera Laclau, el maoísmo y el nazismo llegan a ser tipos de populismos. 3.6 Los universos de observación del populismo A partir de la rearticulación de las anteriores orientaciones, se observa que la trascendencia histórica del populismo como concepto hace referencia a tres grandes universos de observación: a) La soberanía nacional. Bajo el populismo hay un discurso muy fuerte por el fortalecimiento y reivindicación de la soberanía interna y externa, teniendo como estrategia el afianzamiento del poder ejecutivo y la promoción de la democracia participativa. Quienes son incluidos en el espectro del populismo, han declarado la defensa de la soberanía nacional, por medio de políticas que resultan antiimperialistas, promoviendo —por ejemplo— la intervención de la economía aun a costa de enfrentar los intereses extranjeros, con una marcada oposición a la globalización o a la dependencia económica de países desarrollados. b) La proyección de reformas legales. Hace frente a dos situaciones características: i) promoción de una legislación en torno a recuperar la propiedad del Estado o, por lo menos, asumir su control y administración, Estudios Políticos, 42, ISSN 0121-5167