Gildardo Antonio Bueno Romero
Para de la Torre, el populismo es un estilo político basado en un
discurso maniqueo que presenta la lucha del pueblo contra la oligarquía
como una lucha moral y ética entre el bien y el mal, la redención y la ruina;
el líder es socialmente construido como el símbolo de la redención, mientras
que sus enemigos encarnan todos los problemas de la nación.
Freindenberg, propone redefinir el concepto como un estilo de
liderazgo caracterizado por la relación directa, carismática, personalista
y paternalista entre líder y seguidor. El populismo se reconocería por las
mediaciones organizativas o institucionales, un líder que dice ser la voz del
pueblo y seguidores obnubilados por el discurso, la retórica y las cualidades
extraordinarias del líder.
Para Weyland, el populismo es una estrategia política que logra la
movilización social, que el gobernante utiliza como sustento político y de
legitimación de su poder; el populismo deviene de un gobernante o individuo
—personalista, carismático—y no de un grupo u organización, y emerge
cuando estos líderes basan su gobierno en estrategias de manipulación de
masas.
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Esta orientación conceptual trae dos consecuencias: a) la idea
de que las esferas social y económica son dependientes del liderazgo,
puestas a disposición de la manipulación de un líder que está respaldado
por la legitimidad que consigue del pueblo; y b) los conceptos son más
generalizables y más fácilmente adaptables a muchos casos, estimulando la
producción de múltiples significados connotativos que terminan por acentuar
la ficción de que el populismo está en todas partes. Este uso indiscriminado
del concepto también contribuye a ampliar su campo semántico en usos
estirados que ya no explican un estilo de gobierno, un régimen o una política,
simplemente describen un tipo de liderazgo.
3.4 Conceptos de populismo de orientación ideológica
Representan un esfuerzo por encontrar una línea ideológica coherente
ante los prolijos casos de populismo para equilibrar los pesos de las esferas
social, económica y política, dentro de un concepto; el principal obstáculo
es la crítica al eclecticismo ideológico que impide definir el populismo,
algo contradictorio ya que si bien el “eclecticismo” es una observación
generalizada, es polémica porque el significado de ideología es tan opaco
como el de populismo y los autores no suelen explicar a cuál significado se
refieren en sus críticas.
Estudios Políticos, 42, ISSN 0121-5167