El populismo como concepto en América Latina y en Colombia
que estirarse a fin de soportar muchos contenidos y usos; se generó la idea de
que el populismo en infinitas formas permeaba la sociedad latinoamericana.
Al analizar los referentes clásicos del populismo —Argentina, Brasil
y Argentina— aparecen dimensiones relevantes, que desde diversas esferas
llenan de contenido el concepto: a) desde la esfera política, se observan
liderazgos fuertes, personalistas, con capacidad retórica y de motivación
de diferentes sectores sociales bajo las consignas de unidad nacional y
defensa de la soberanía nacional; b) en la esfera económica, se consideran
reformas legislativas que tienen como centro las políticas proteccionistas
e intervencionistas conjugadas con la idea de nacionalismo; y c) desde la
esfera social, se examinan reformas sociales incluyentes de los sectores
desfavorecidos, procesos de incorporación popular, movilización del pueblo,
sectores excluidos que como sujetos colectivos son base de la legitimación
del poder.
Al configurar estas esferas y dimensiones, muchos teóricos han
radicalizado su connotación peyorativa, al punto de parecer un adjetivo
despectivo que nadie quiere ostentar. La connotación negativa se origina
principalmente al criticar: a) de la esfera política, las estrategias de
manipulación, el discurso maniqueo, la extralimitación del poder y el estilo
del líder, al ponerse por encima de las instituciones y adquirir un carácter
autoritario—incluso fascista— que corroe las instituciones democráticas;
b) de la esfera social, la proyección de reformas que no solucionaron los
problemas del pueblo, que terminaron por afectar las clases medias y bajas
que se pretendía proteger; y c) de la esfera económica, la legislación proclive
al intervencionismo del Estado y al proteccionismo económico, que conformó
un todo de política incoherente, equivocada, cortoplacista, que no solucionó
los problemas estructurales de la región y provocó déficit fiscal.
3. La trascendencia histórica del populismo y sus
orientaciones
Para que el populismo como concepto no quede convertido en
comodín de las ciencias sociales, es necesario atender a su trascendencia
histórica, lo que equivale a articular las dimensiones económicas, sociales
y políticas desde la proyección que de ellas hacen diferentes teóricos del
populismo. Existen cinco orientaciones conceptuales:
Medellín, enero-junio de 2013: pp. 112-137
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