El pez de oro El pez de oro | 页面 7

El anciano llegó a su casa y se encontró la cocina llena de crujiente y humeante pan por todas partes. Contra todo pronóstico, su mujer no estaba contenta en absoluto. – Ya tienes el pan que pediste… ¿Por qué estás tan enfurruñada? – Sí, pan ya tenemos, pero en esta cabaña no podemos seguir viviendo. Hay goteras por todas partes y el frío se cuela por las rendijas. Dile a ese pez de oro amigo tuyo que nos consiga una casa más decente ¡Es lo menos que puede hacer por ti ya que le has salvado la vida!