- La celestina: si sí, como usted diga, pero sabe que por dentro tiene muchas ganas de conocer toda la verdad. Y como hoy es martes, y ya conocerá el dicho, martes ni te cases, ni te embarques, le voy a contar toda la verdad.
- Carmela Díaz: ¿Cómo comenzó la historia de amor?
- La celestina: Como ya conoce usted, yo todo lo veo y yo todo lo sé. Me entero que comenzó un día en el que calisto, iba caminando, cuando……
- Carmela Díaz: Perdone, para un momento, antes de que prosiga, ¿Quién es calisto?
- La celestina: Ayyy Carmela, usted está en otro mundo, no se entera de nada. Calisto es el joven que se enamoró de Melibea, uno de los protagonistas de esta historia de amor. Él era inseguro, demasiado egoísta y amoral, y por amor y el encantamiento se mostraba de lo más melancólico.
- Carmela Díaz: Pues entonces no eran muy parecidos entre ellos.
- La celestina: eran muy distintos la verdad, pero no me corte más, que ya me ha dejado a medias antes. Como le iba diciendo, la historia comenzó un día en el que Calisto, iba caminando, persiguiendo un halcón. Si, sé que está pensando que extraño es este muchacho y le doy todo la razón. Cuando iba persiguiendo este halcón, entro casualmente en la huerta de Melibea.
- Carmela Díaz: Seguro que no fue accidentalmente y él ya iba con otras intenciones, y perseguir un halcón era la excusa perfecta para encontrarse con Melibea
- La celestina: (Riéndose) que gracia me hace usted Carmela, pero yo creo que tiene algo de razón. Pero mejor no decir nada, porque quien se atreve a desmentir al señor Calisto.
- Carmela Díaz: ¿Y cuando entró a su huerto, se vieron, se enamoraron y fueron felices toda la vida?
- La celestina: Por supuesto que no, fue mucho más difícil la situación. El entró y quedó fascinado por su hermosura y se enamoró. Se atrevió a declararle su gran amor, pero ella le rechazó violentamente, porque tenía intenciones deshonestas.
- Carmela Díaz: ¿Pero volvieron a encontrarse?