el newsletter de la camada 87 septiembre 2013 | Page 11

sin a?ojar, contra viento y marea.   Cuando más arreciaba, cuando la cosa se ponía fea en serio, comenzaron a rezar un rosario. Entre el viento, las olas y el esfuerzo, fue una oración muy especial; más que rezar, gritaban los “Ave Marías”, como si estuvieran en la cancha, pensando siempre en ese motivo que los llevaba adelante. Creer o reventar, las olas menguaron. Los temores se disiparon y cubrieron la etapa con éxito.   Faltaba la etapa de la bicicleta. “Fue trepar como un burro cuarenta y cinco minutos, cuesta arriba”, nos cuenta Cano. Cuando llegaron arriba, comenzó a nevar. Lo que parecía un paisaje de Disney se transformó en una tortura china: viento en la cara, el cuerpo en medio de nevada y otros participantes que abandonaban con cuadros de hipotermia. Fede y Cano, ?rmes, sin renunciar, hasta la llegada, ocho horas después.