el newsletter de la camada 87 septiembre 2013 | Page 10
sin parar, nieve en contra
Pasaron a la siguiente fase, el running, que fue más dura: correr en plena nevada, con cero grados, 22 kilómetros de caminos de montaña. Caminando al comienzo, con un descenso en pendiente. Dolores en la pierna para Cano, dolores en la espalda para Fede. Pero no pensaban renunciar, tenían un motivo muy importante para seguir adelante.
Hasta que llegaron al lago. Si no hay viento, es una experiencia bellísima, remar entre montañas patagónicas, sobre agua del más profundo azul. Ahora, con viento, las olas pueden tumbar cualquier kayak, lanzando a sus tripulantes hacia aguas con temperaturas bajo cero. No es joda. En ese momento, el lago estaba hecho una furia. Pero una furia en serio, de esas que usan los lagos para disfrazarse de mar.
El panorama eran kayaks vacíos, ?otando por todos lados, sin atender; prefectura rescatando a algunos, gente en la orilla asistiendo a corredores. Esa imagen, sumada al cansancio, las lesiones y la falta de entrenamiento, los hizo dudar. Pero se lanzaron de todas maneras. Tenían un motivo muy importante para no abandonar.