el newsletter de la camada 87 mayo 2014 | Page 9

oportunidad, pero el tiempo pasaba, era desesperante, no teníamos novedades. Hela me puteó en todos los idiomas por no haber aceptado la opción rusa, las ligué todas, una atrás de otra, hasta que un buen día nos llaman de un juzgado: nos querían conocer.   Vamos al juzgado en diciembre de 2012, y por suerte, nos toca una jueza excelente. Nos dicen que hay un chico en condición de ser adoptado, que leyó nuestra carpeta, pero que el chico tenía 4 años y nosotros pusimos condición hasta 2 años, que lo pensáramos y la llamemos al día siguiente. Salimos del juzgado, hablamos entre nosotros, y a los quince minutos la llamé diciéndole que sí queríamos. Nos dieron la dirección del hogar donde estaba Lauti, para que fuéramos a conocerlo. El único dato que teníamos era que era “medio chuequito” y al ver el DNI, hicimos cálculos y nos di