de La Nación en Roma, que ha tenido mucho contacto con
el Papa. En eso me llega un mail de Andy: “Fran, buenísima
la idea de pedirle a sus sobrinas, pero quiero que escribas
vos, estamos cortísimos de tiempo. La idea es “Francisco
habla de Francisco”.
Primero pensé: ¡no sé qué me vio Andy de veloz! Pero,
finalmente me convencí de no pasar la pelota a otro. Puse
en perspectiva la idea de Andy: “francisco habla de
FRANCISCO” (así de pequeño me sentí). ¿Y si le pido al
mismo Papa que escriba? ¡Jajaja! Francisco dedica tanto
tiempo personal a responder llamadas, cartas, ayudar a
cuanta persona puede ayudar, que no me sorprendería tener
una respuesta.
Una de sus sobrinas me dijo que la mejor forma de saber
algo de su tío, y de su pensamiento, es leerlo a él. Oh
coincidencia, mientras escribo, Loly me acerca el libro del
Rabino Bergman “un evangelio según Francisco” y me
señala la contratapa. Obediente, leo: “para conocer a
Francisco sólo debemos releer a Bergoglio”. Me animaría
agregar que no sólo leyéndolo, sino, escuchándolo y, sobre
todo, mirándolo. La prédica de Francisco la escuchamos en
sus palabras, pero la palpamos en sus actos. Como cabeza
de la Iglesia, nos muestra que la Fe se vive no solamente de
palabra, la Fe va acompañada de obras.
En este último aspecto quisiera mencionar algunas gestos/
anécdotas que lo pintan como persona: