el newsletter de la camada 87 abril 2014 | Page 4

editorial Francisco, por Francisco. Es miércoles y recibo mail de Andy: “Fran, necesito tu ayuda. ¿Te podés escribir una reflexión sobre el año del Papa Francisco?”. Sigo leyendo. “La necesito para este fin de semana (…) Perdón por el rush”. Huy, ¡qué momento!, pensé. Justo a Andy que, como diría Adrián, no se qué tomó, pero no para de ayudar en cuanta cosa le pidan, ¿cómo le voy a decir que no? Enseguida se me ocurrió pasar mi responsabilidad a otros y le contesté: “Todo resuelto, Andy, les escribí a las sobrinas del Papa, a quienes conozco, y les pedí que se escriban algo”. Casi refregué las manos a lo Poncio Pilato. Al día siguiente, me contesta una de las sobrinas: “Fran, tratamos de no opinar ni escribir nada de nuestro tío. El bajo perfil es nuestro lema, así ayudamos al tío en su tarea, que de por sí, no es fácil (…)”. Entendí el mensaje. Es más, me gustó que me hubieran podido decir que no, más aún por el motivo que esgrimieron. Entonces pensé en escribirle a la Beta Piqué, corresponsal