el newsletter de la camada 87 abril 2014 | Page 25

por teléfono y no sabían si estaba muerto o vivo. A mi otro hermano, Mauro, le saltó la chapita, y como no podía llegar a casa se mandó con un Fiat 147 por las entonces barrancas de la Panamericana, entró a casa, vio la sangre en el piso y se desmayó. La ambulancia tardó veinte minutos en llegar, así que llegué de pedo al hospital. La bala pasó a un centímetro de la columna y a un centím