Escrituras
(continúa de la página anterior)
Se juntan todos y finalmente aparecen los bichitos que faltaban.
Luego, se encuentran con un león llorando y el sapo pregunta: - ¿Qué te pasa león?
Y el león le responde que no encuentra a su hijo. Entonces el sapo y todos ofrecen ayuda al león para buscar a su hijo.
Buscaron y buscaron hasta que lo encontraron atascado en un árbol. Lo sacaron de ahí y el león agradeció al sapo, al bicho colorado y a los bichitos.
Siguieron recorriendo el circo y más tarde volvieron todos juntos y muy contentos.
Brisa – Talia
EL PUMA QUIERE UN AMIGO
Había una vez un puma que se sentía muy solo. Una vez salió a jugar solo como siempre. De pronto se escuchó un ruido… “Jajajaja, el puma no tiene amigos, jajaja”. La voz era de la lechuza.
El puma, luego de escuchar eso, se fue a un lugar más lejos y la lechuza le perseguía y le perseguía. Entonces el puma gritó: - ¡Dejame solo, no me persigas! – mientras lloraba de bronca.
El puma se fue a su casa y llamó al sapo.
¿Qué pasa amigo puma? – Preguntó el sapo cuando llegó.
Es que me siento muy solo – responde el puma – encima cuando me voy de mi casa, la lechuza me dice cosas muy malas.
Bueno, bueno tranquilo, aquí llegó el sapo para darte un consejo – hablaba el sapo – Cuando yo era chiquito, también era como vos, pero no sigas así solo, conseguí un amigo. No tenés que estar siempre en tu casa solo. Hay un montón de
animales allá afuera. Están el piojo, la pulga, el ñandú, el tatú carreta, el bicho colorado. ¡Hay un montón! Salí afuera – y el sapo se fue de la casa del puma.
Más tarde el puma pensó, salió afuera y… se puso a buscar un amigo. Pensó que el elefante podía ser, o el mono también… mientras pensaba, vino un tigre y dijo: - Hola, ¿tenés algún amigo? –
No, no tengo – respondió el puma.
Y ¿estás buscando uno? – preguntó el tigre.
Si – contestó el puma.
Bueno, yo puedo ser tu amigo – djo el tigre.
¡Claro que sí! – dijo el puma. Pasó un rato largo, el puma y el tigre se contaron cosas y se hicieron amigos.
Vane – Cesar