¨El Misterio de Belicena Villca¨
encontramos en la Provincia de Jujuy, en el Hotel Provincial de Tilcara: ambos pasábamos por turistas que visitaban el famoso Pucará. Allí lo noté muy excitado y feliz: había hallado, me dijo entonces, a quienes poseían un contacto directo con la Fuente de la Sabiduría Hiperbórea, es decir, con la misma fuente que nutría la Sabiduría de nuestros Instructores Iniciados de la Orden Negra.. De acuerdo a Oskar, luego de 35 años de tinieblas“ democráticas” y judaicas, surgía nuevamente la Luz Espiritual del Sol Negro: si, después de 35 años, durante los cuales el Enemigo vertió toda clase de calumnias sobre la Sabiduría de la Orden, y después de que cientos de impostores, a menudo mero personal subalterno de la. Que ignoraba los Secretos de la Orden, sembrase la confusión sobre la enseñanza iniciática que en ella se impartía. En Córdoba, me explicó Oskar, había aparecido un gran Iniciado que se hacía llamar“ Nimrod de Rosario”; lo“ de Rosario” era, al parecer, para diferenciar su apodo del Nimrod histórico, un Rey Kassita que vivió 2.000 años A. J. C. Pero esto era anecdótico: lo importante consistía en que aquel Iniciado dominaba todas las Ciencias de Occidente, y en especial la Sabiduría Hiperbórea, en un grado tan alto como Oskar no había visto nunca fuera de Alemania, y desde los últimos días de la guerra, 35 años atrás. En verdad, habría que remontarse a aquellos días y a los hombres que dirigían secretamente la Orden Negra, en particular a Konrad Tarstein, para hallar un Iniciado equivalente. Por lo menos ésa era la opinión de Oskar.
Claro, fuera de las inevitables comparaciones, y de aquello que tenían en común, existían diferencias abismales entre Nimrod y nuestros antiguos instructores. Desde luego, ninguna diferencia había en cuanto al Honor o a la Sabiduría Hiperbórea en sí: en este terreno todo era análogo a la. Pero ya no estábamos en los días del Tercer Reich y la, y es lógico que al organizar a los partidarios de la Sabiduría Hiperbórea Nimrod se haya visto obligado a contar con aquello que la realidad, la realidad de 1979, le ofrecía. Aún recuerdo las palabras de Oskar al referirse a la incompetencia espiritual de sus seguidores: –“ Créeme Kurt, que a Nimrod le hace falta una selección racial como la que se practicó en Alemania, y de la cual surgimos nosotros. ¡ Lo sé, lo sé! Ya no estamos en Alemania sino en el mestizo Tercer Mundo. Sólo estoy planteando una posibilidad imposible, un juego de imaginación. Es que me apena observar cómo sus esfuerzos caen en vacío, son desaprovechados por gente que no consigue desprenderse del siglo. No obstante, y sin rozar ni remotamente la disciplina de la, ha conseguido formar un importante grupo de apoyo que le permite desarrollar su Estrategia: con personas salidas del esoterismo tradicional, especialmente muchos que comprendieron que la Iglesia Gnóstica de Samael Aun Weor es una secta sinárquica más, y otros procedentes del nacionalismo argentino, vale decir, hombres con formación política nazifascista. Con ellos formó la Orden de Caballeros Tirodal, en la cual se otorga una‘ Iniciación Hiperbórea’ en todo semejante a la que recibimos nosotros en la.”.
“ Pero la Iniciación Hiperbórea, que es la Primera de las tres que requiere la liberación espiritual y el Regreso al Origen, – prosiguió Oskar – sólo puede ser administrada por quien exhiba la Segunda Iniciación, es decir, por un Pontífice Hiperbóreo. Nimrod es, por lo tanto, un Pontífice Hiperbóreo. Cómo obtuvo su Segunda Iniciación, nadie lo sabe, pero tú y Yo conocemos muy bien que sólo los Superiores Desconocidos, los Señores de Venus, los Dioses Hiperbóreos la conceden. Naturalmente, para cumplir con su misión, este Iniciado se ha prefabricado un pasado lo más consistente posible, valiéndose para ello de su irresistible poder sobre la estructura ilusoria de la realidad. Mas esto no nos interesa: su pasado, y las contradicciones que en él puedan ser probadas, solamente interesan al Enemigo. Para nosotros, Querido Kurt, lo cierto, lo innegable, es que su Sabiduría proviene de una Fuente irreprochable: los Señores de Agartha”.
“¿ Y cuál es su misión? – Se preguntó Oskar –. También es un enigma: parece estar ligada a la búsqueda de determinadas personas a las que habría que orientar estratégicamente para cumplir un papel en la próxima Guerra Total. Todo su esfuerzo está puesto en esa búsqueda, mas no creo que haya tenido suerte pues, como te decía, sus colaboradores no son los más indicados para la práctica de la Alta Magia. De hecho, hay muy pocos Iniciados en la Orden Tirodal y ninguno responde a las exigencias de la misteriosa misión. Esta aseveración no es una presunción subjetiva sino una confidencia del mismo Nimrod: en efecto, cuando me entrevisté por primera vez con el Pontífice, éste, que demostró poseer el poder de leer las Runas iniciáticas, me felicitó por el grado alcanzado en la Orden Negra, pero evidenció un
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