EL LLANO EN LLAMAS el-llano-en-llamas-de-juan-rulfo | Page 16
de dos días perdido y que, cuando lo encotraron tirado en un arroyo,
todavía estaba agonizando y pidiendo el encargo de que le cuidaran a su
familia."
"Esto, con el tiempo, parece olvidarse. Uno trata de olvidarlo. Lo
que no se olvida es llegar a saber que el que hizo aquello está aún vivo,
alimentando su alma podrida con la ilusión de la vida eterna. No podría
perdonar a ése , aunque no lo conozco; pero el hecho de que se haya
puesto en el lugar donde yo sé que está, me da ánimos para acabar con
él. No puedo perdonarle que siga viviendo. No debía haber nacido
nunca."
Desde acá, desde fuera, se oyó bien claro cuando dijo. Después
ordenó:
—¡Llévenselo y amárrenlo un rato, para que padezca, y luego
fusílenlo!
—¡Mírame ,coronel —pidió él!—. Ya no valgo nada. No tardaré en
morirme solito, derrengado de viejo. !No me mates...!
—!Llévenselo!— volvió a decir la voz de adentro.
—...Ya he pagado, coronel. He pagado muchas veces. Todo me lo
quitaron. Me castigaron de muchos modos. Me he pasado cosa de
cuarenta años escondido como un apestado,siempre con el pálpito de
que en cualquier rato me matarían. No merezco morir así, coronel.
Déjame que, al menos, el Señor me perdone. !No me mates! !Diles que
no me maten!.
Estaba allí, Como si lo hubieran golpeado, sacudiendo su sombrero
contra la tierra. Gritando. En seguida la voz de allá adentro dijo:
—Amárrenlo y denle algo de beber hasta que se emborrache para
que no le duelan los tiros.
Ahora, por fin, se había apaciguado. Estaba allí arrinconado al pie
del horcón. Había venido su hijo Justino y su hijo Justino se había ido y
había vuelto y ahora otra vez venía.
Lo echó encima del burro. Lo apretaló bien apretado al aparejo
para que no se fuese a caer por el camino. Le metió su cabeza dentro de
un costal para que no diera mala impresión. Y luego le hizo pelos al
burro y se fueron, arrebiatados, de prisa, para llegar a Palo de Venado
todavía con tiempo para arreglar el velorio del difunto.
— Tu nuera y los nietos te extrañarán — iba diciéndole—. Te
mirarán a la cara y creerán que no eres tú. Se les afigurará que te ha
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