El libro de la verdad y de la vida El libro de la verdad y de la vida | Page 28

E L LIBRO DE LA VERDAD Y DE LA VIDA pio patrimonio cultural y es un elemento más que deter- mina una cultura y una civilización, pero eso no tiene por qué justificar el afán por esclavizar o sojuzgar a las demás razas. Por lo tanto, es correcto y respetable considerar, para quien lo quiera creer, que la raza blanca está más evolucio- nada que las demás y es necesario defenderla como un ele- mento propio del patrimonio cultural, pero siempre desde una actitud pacífica. Para los nazis, la defensa de la integridad racial era más una excusa para intentar apropiarse de los bienes de los ju- díos que un punto de vista ideológico, pero a causa de su despotismo condenó a todo aquel que defendía el rechazo al mestizaje de una forma pacífica al secreto y la clandesti- nidad, antes de la guerra era un signo de buena educación en occidente el rechazo al mestizaje racial, pero después de ella mucha gente, aun estando en contra, sabían que no po- dían expresar sus opiniones abiertamente, porque ense- guida los oportunistas los confundirían con los nazis. Asistimos así a una sociedad de posguerra profundamente marcada por estas cuestiones y donde los prejuicios iban contra quienes rechazaban el mestizaje y no al revés, que es como se pensaba normalmente. Lo más llamativo de esta sociedad de posguerra es que quienes proclaman la lucha contra la discriminación racial y apoyan la inmigración son los mismos que buscan la explotación de los mismos. Hay que tener en cuenta que, aunque esos inmigrantes vienen pidiendo ayuda mos- trando una imagen de debilidad, tienen sus propias tradi- ciones y expectativas, en muchos casos más primitivas que las occidentales, y con el tiempo podría surgir el 28