El libro de la verdad y de la vida El libro de la verdad y de la vida | Page 48
E L LIBRO DE LA VERDAD Y DE LA VIDA
No se trata aquí de negarle a las mujeres derechos como
el de sufragio, el de poder trabajar donde quieran o incluso
el de ocupar un puesto de dirección en un momento dado,
en esta como en muchas otras cuestiones pueden haber ex-
cepciones. Más bien de lo que se trata es de comprender
que hombres y mujeres representan una especialización de-
terminada por la naturaleza para nuestro bien y que la re-
alización de tareas distintas en la vida no constituye un
perjuicio, sino una ventaja para todos. Con la especializa-
ción el ser humano dobla su efectividad, además de evitar
el choque que supone situar a los dos sexos en las mismas
funciones.
De todas formas, en el futuro lo común será que las pa-
rejas tengan en la mayoría de los casos dos hijos de prome-
dio y por lo tanto, aunque las mujeres dedicasen la mayor
parte de su tiempo a criarlos aún les quedaría bastante pa-
ra poder realizar a un trabajo de media jornada. Pero es
evidente que en este caso no sería prudente que se ocu-
paran de trabajos de mucha responsabilidad o dedicación
exclusiva, al tenerlo que compaginar con las tareas del
hogar y el cuidado de los hijos. Esto tampoco significa
que los hombres no puedan participar en el cuidado de
los hijos, pero lo lógico es que sea en un plano más secun-
dario e indirecto. Por lo tanto, lo correcto es que las mu-
jeres consideren la maternidad como su principal ocupa-
ción en lugar de rivalizar en el campo profesional con los
hombres, al menos mientras sus hijos sean pequeños.
En cualquier caso, tampoco se trata aquí de afirmar que
todo lo que contiene el feminismo sea malo. Un ejemplo de
ello es la lucha que estas mujeres tienen frente a los hom-
48