El libro de la verdad y de la vida El libro de la verdad y de la vida | Page 46
E L LIBRO DE LA VERDAD Y DE LA VIDA
Si los hombres y las mujeres se dedican a las mismas
cosas en la vida, la diferenciación de los sexos no tendrá
utilidad, al estar compitiendo entre sí en el mismo plano;
en las parejas, no podrá haber paz y los hijos se encontra-
ran desasistidos y eso si llegan a nacer. Es necesario que
ambos sexos hagan las paces y comprendan su razón de ser.
En el fondo, el feminismo a lo que ha llevado a la hu-
manidad es a un inútil enfrentamiento entre hombres y
mujeres al no comprender que la naturaleza les hizo para
funciones distintas, aunque complementarias; no com-
prenden que es la mujer la que se queda embarazada y es la
mujer la que tiene que dar el pecho a sus hijos, porque la
naturaleza decidió que fuera un sexo y no los dos el que
asumiera esas funciones. Además, otra diferencia evidente
es la de la corpulencia y otra menos conocida es la rapidez
de reflejos, que es mayor en los hombres. Otro tópico es
que se dice que las mujeres conducen mejor que los hom-
bres, y esto se debe a que ellas tienen menos accidentes,
pero no por conducir mejor, sino porque son menos te-
merarias, ya que esta es una cualidad más propia del hom-
bre. Por lo tanto, está claro que existen diferencias tanto
físicas como psíquicas entre los dos sexos que hacen cada
uno igual de importante, pero adecuado para tareas dife-
rentes.
También existe discusión sobre si las mujeres cobran
menos que los hombres en sus puestos de trabajo. En esta
cuestión la clave es determinar si están cobrando menos re-
alizando las mismas funciones o no, puesto que lo que
cuenta al final es la productividad y, por lo tanto, no se
puede hablar de discriminación si la productividad es dis-
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