EL LIBRO DE ENOC
Capítulo 88
Vi a uno de los cuatro que había salido primero, agarrar a la primera
estrella que había caído del cielo, atarla de pies y manos y arrojarla en el
abismo profundo, angosto, escarpado y oscuro.
Después uno de ellos sacó la espada y se la dio a los elefantes, camellos
y asnos y ellos comenzaron a herirse el uno al otro y toda la tierra tembló
a causa de esto.
Seguía observando mi sueño, cuando he aquí que a uno de los cuatro
que habían salido, le llegó una orden del cielo y él tomó a todas las
numerosas estrellas cuyos miembros sexuales eran como los de los
caballos y él las ató a todas de pies y manos y las arrojó en un abismo de
la tierra.
Capítulo 89
Uno de los cuatro fue hasta donde uno de los toros blancos y le enseñó
y él construyó para sí un barco y habitó en su interior. Los tres toros
entraron con él en el barco que fue cubierto y techado por encima de
ellos.
Yo estaba mirando y vi siete chorros echando mucha agua sobre la tierra.
He aquí que se abrieron los depósitos de agua del interior de la tierra y
comenzaron a brotar y a subir las aguas sobre ella. Seguí mirando hasta
que la tierra fue cubierta por las aguas,por la oscuridad y por la niebla
que se cernía sobre ella.
Los toros fueron sumergidos, alejados y aniquilados en aquellas aguas.
El barco flotó sobre las aguas, pero todos los toros, asnos salvajes,
camellos y elefantes se hundieron en las aguas.
De nuevo vi en mi sueño como los chorros de agua desaparecieron del
alto techo, las grieta de la tierra fueron niveladas pero otros abismos se
abrieron; y el agua empezó a descender por ellos, hasta que la tierra
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