EL LIBRO DE ENOC
Porque estas aguas de castigo proporcionan salud a los cuerpos de los
reyes y curan la concupiscencia de su carne, sin embargo ellos no creen
ni ven que esas aguas cambiarán y se convertirán en fuego que arderá
para siempre». (Mt 3:12)
Capítulo 68
Después de eso, mi abuelo Enoc me dio la explicación de todos los
misterios en un libro y en las parábolas que le habían sido dadas y él las
reunió para mí en las palabras del Libro de las Parábolas].
Ese día Miguel habló y le dijo a Rafael: «El poder del Espíritu me
transporta y me hace estremecer a causa de la severidad del juicio por
los secretos y del castigo de los ángeles. ¿Quién podrá soportar la
rigurosa sentencia que ha sido ejecutada y frente la cual ellos se
deshacen?».
Miguel habló de nuevo y le dijo a Rafael: «¿Existe alguien cuyo corazón
no sea tocado por esto y cuyos riñones no se turben por esta sentencia
proferida contra aquellos que han sido arrojados?».
Pero sucedió que cuando Miguel llegó ante el Señor de los espíritus, le
dijo a Rafael: «No haré la defensa de ellos a los ojos del Señor, pues el
Señor de los espíritus está furioso con ellos, porque se comportaron como
si fueran el Señor.
«Por esto, todo lo que es secreto vendrá contra ellos por los siglos de los
siglos; pues ni ángel ni humano recibirán su porción, pero ellos han
recibido sus sentencia por los siglos de los siglos».
Capítulo 69
Después de este juicio estarán llenos de estupor y los harán temblar
porque ellos han revelado aquello a los humanos que habitan la tierra.
He aquí los nombres de estos Vigilantes: Shemihaza, quien era el
principal y en orden con relación a él, Ar’taqof, Rama’el, Kokab’el, -’el,
Ra’ma’el, Dani’el, Zeq’el, Baraq’el, ’Asa’el, Harmoni, Matra’el, ’Anan’el,
Sato’el, Shamsi’el, Sahari’el, Tumi’el, Turi’el, Yomi’el, y Yehadi’el.
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