EL LIBRO DE ENOC
la luz del Señor de los espíritus la que brillará sobre la cara de los santos,
de los justos, de los elegidos. (Sal 149 2:9)
Entonces, los reyes y los poderosos perecerán y serán entregados a las
manos de los justos y de los santos.
Y de ahí en adelante nadie buscará para ellos la misericordia del Señor
de los espíritus porque su vida encontró su final.
Capítulo 39
Y ocurrirá en esos días que los hijos de los elegidos y santos
descenderán de lo alto del cielo y su linaje llegará a ser uno con el de los
hijos de los hombres.
Enoc recibió los libros del celo y la ira y los libros de la angustia y el
destierro:
“Nunca más obtendrán misericordia”, dijo el Señor de los espíritus.
Y las nubes me cubrieron, y el viento me levantó de la superficie de la
tierra y me dejó en el límite de los cielos.
Allí tuve otra visión: vi el lugar donde habitan los santos y el lugar de
descanso de los justos.
Ahí contemplé con mis ojos las moradas en medio de los ángeles de
justicia y sus lugares de descanso entre los santos. Mientras suplican y
oran por los hijos de los hombres, la justicia brota entre ellos como el
agua y la misericordia se esparce sobre ellos como el sobre el rocío sobre
la tierra, por los siglos de los siglos.
En ese lugar con mis ojos vi al Elegido de Justicia y de Fe; la justicia
prevalecerá en sus días y los justos y los elegidos serán innumerables
ante él por los siglos de los siglos.
Vi su morada bajo las alas del Señor de los espíritus; todos los justos y
los elegidos brillarán frente a él como el resplandor del fuego; su boca
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