EL LIBRO DE ENOC
Capítulo 37
La segunda visión que él vio —visión de sabiduría— que vio Enoc, hijo
de Jared, hijo de Mahalalel, hijo de Kainan, hijo de Enos, hijo de Set, hijo
de Adán.
Este es el comienzo de las palabras sabias que hice salir con mi voz, para
hablarle y decirle a los habitantes de la tierra: “Escuchad hombres de
épocas pasadas y del porvenir, las palabras del santo que habla en
presencia del Señor de los espíritus.
Fue excelente declararlas a los hombres de antaño pero igualmente a los
del porvenir, no vamos a negarles el principio de sabiduría.
Hasta ahora tal sabiduría no ha sido dada por el señor de los espíritus,
pero yo la he recibido de acuerdo con mi discernimiento y con el buen
parecer del Señor de los espíritus gracias a quien me ha sido dada mi
parte en la vida eterna.
Tres parábolas me fueron comunicadas ya y yo he elevado mi voz para
relatarlas a quienes habitan sobre la tierra.
Capítulo 38
Primera Parábola.- Cuando aparezca la asamblea de los justos y los
pecadores sean juzgados por sus pecados y expulsados de la superficie
de la tierra. (Mc 14:21)
Cuando el Justo se manifieste a los ojos de los justos, de los elegidos
cuyas obras dependen del señor de los espíritus; cuando la luz brille para
los justos y para los elegidos que habitan sobre la tierra: ¿Dónde estará
entonces la morada de los pecadores? ¿Dónde estará el lugar de
descanso de quienes han renegado del Señor de los espíritus? Habría
sido mejor para ellos no haber nacido.
Cuando los misterios de los justos sean manifiestos y los pecadores
juzgados y expulsados de la presencia de los justos y los elegidos, desde
ese momento los que dominan la tierra no serán poderosos ni elegidos
por más tiempo ni podrán ellos mirar a la cara de los santos, porque será
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