EL JUGADOR - FIÓDOR DOSTOYEVSKI | Page 71

El jugador - Fedor Dostoiewski francesa, en traje de amazona y con el látigo en la mano, evidentemente la impresionó-. ¿Es de aquí? -Es mademoiselle Blanche de Cominges y ésta es su madre, madame de Cominges. Se hospedan en este hotel -dije yo. -¿Está casada la hija? -preguntó la abuela sin pararse en barras. -Mademoiselle de Cominges es soltera -respondí lo más cortésmente posible y, de propósito, a media voz, -¿Es alegre? Yo no alcancé a entender la pregunta. -¿No se aburre uno con ella? ¿Entiende el ruso? Porque cuando Des Grieux estuvo con nosotros en Moscú llegó a chapurrearlo un poco. Le expliqué que mlle. de Cominges no había estado nunca en Rusia. -Bonjour! -dijo la abuela encarándose bruscamente con mlle. Blanche. -Bonjour, madame! -Mlle. Blanche, con elegancia y ceremonia, hizo una leve reverencia. Bajo la desusada modestia y cortesía se apresuró a manifestar, con toda la expresión de su rostro y figura, el asombro extraordinario que le causaba una pregunta tan extraña y un comportamiento semejante. -¡Ah, ha bajado los ojos, es amanerada y artificiosa! Ya se ve qué clase de pájaro es: una actriz de ésas. Estoy abajo, en este hotel -dijo dirigiéndose de pronto al general-, Seré vecina tuya. ¿Estás contento o no? -¡Oh, tía! Puede creer en mi sentimiento sincero... de satisfacción -dijo el general cogiendo al vuelo la pregunta. Ya había recobrado en parte su presencia de ánimo, y como cuando se ofrecía ocasión sabía hablar bien, con gravedad y cierta pretensión de persuadir, se preparó a declamar ahora también-. Hemos estado tan afectados y alarmados con las noticias sobre su estado de salud... Hemos recibido telegramas que daban tan poca esperanza, y de pronto... StudioCreativo ¡Puro Arte! Página 71