El jugador - Fedor Dostoiewski
delicados me apretaron fuertemente la mano en señal de viva
gratitud. Todo ello sucedió en un instante.
Una vez embolsado todo el dinero me dirigí apresuradamente a
la mesa de trente et quarente. En torno a ella estaba sentado un
público aristocrático. Esto no es ruleta; son 6'F2