El jugador - Fedor Dostoiewski
están a veces dispuestos a arriesgar en esas tres últimas posturas
todo lo que tienen en los bolsillos -y, en realidad- lo pierden en la
mayoría de los casos-. Yo me acerqué a la misma mesa a la que la
abuela había estado sentada poco antes. No había muchas
apreturas, de modo que muy pronto encontré lugar, de pie, junto
a ella. Directamente frente a mí, sobre el paño verde, estaba
trazada la palabra Passe. Este passe es una serie de números
desde el 19 hasta el 36 inclusive. La primera serie, del 1 al 18
inclusive, se llama Manque. ¿Pero a mí qué me importaba nada de
eso? No hice cálculos, ni siquiera oí en qué número había caído la
última suerte, y no lo pregunté cuando empecé a jugar, como lo
hubiera hecho cualquier jugador prudente. Saqué mis veinte