El jugador - Fedor Dostoiewski
esta suma; así, pues, tiene usted ahora la posibilidad de recuperar
lo que ha perdido, reclamándoselo por víajudicial. Espero,
mademoiselle, que, tal como están ahora las cosas, este acto mío
le resulte altamente beneficioso. Con él espero asimismo cumplir
plenamente con el deber de un hombre honrado y un caballero.
Créame que el recuerdo de usted quedará para siempre grabado
en mi corazón.»
-¿Bueno, y qué? Esto está perfectamente claro -dije volviéndome
a Polina-. ¿Esperaba usted otra cosa? -añadí indignado.
-No esperaba nada -respondió con sosiego aparente, pero con
una punta de temblor en la voz-. Hace ya tiempo que tomé una
determinación. Leía sus pensamientos y supe lo que pensaba. Él
pensaba que yo procuraría... que insistiría... (se detuvo, y sin
terminar la frase se mordió el labio y guardó silencio). De
propósito redoblé el de