EL JUGADOR - FIÓDOR DOSTOYEVSKI | Page 10

El jugador - Fedor Dostoiewski ~¡Pero si yo no tengo ningún parentesco con ella! Yo soy sólo hijastra del general. Ahora bien, sé que seguramente me recordará en su testamento. -Tengo la impresión de que heredará usted mucho -dije con énfasis. -Sí, me tenía afecto. ¿Pero por qué tiene usted esa impresión? -Dígame -respondí yo con una pregunta-, ¿no está nuestro marqués iniciado en todos los secretos de la familia? -¿Y a usted qué le va en ello? -preguntó Polina mirándome seca y severamente. - ¡Anda, porque si no me equivoco, el general ya ha conseguido que le preste dinero! -Sus sospechas están bien fundadas. -¡Claro! ¿Le daría dinero si no supiera lo de la abuela? ¿Notó usted a la mesa que mencionó a la abuela tres veces y la llamó «la abuelita», la baboulinka? ¡Qué relaciones tan íntimas y amistosas! -Sí, tiene usted razón. Tan pronto como sepa que en el testamento se me deja algo, pide mi mano. ¿No es esto lo que quería usted saber? -¿Sólo que pide su mano? Yo creía que ya la había pedido hacía tiempo -¡Usted sabe muy bien que no! -dijo Polina, irritada-. ¿Dónde conoció usted a ese inglés? -añadió tras un minuto de silencio. -Ya sabía yo que me preguntaría usted por él. Le relaté mis encuentros anteriores con mister Astley durante el viaje. -Es hombre tímido y enamoradizo y, por supuesto, ya está enamorado de usted. Sí, está enamorado de mí -repuso Polina. -Y, claro, es diez veces más rico que el francés. ¿Pero es que el francés tiene de veras algo? ¿No es eso motivo de duda? StudioCreativo ¡Puro Arte! Página 10