EL HIJO DEL VIENTO El Hijo del Viento - Henning Mankell | Page 29
siguiente: « Ojalá esta noche hubiese sido capaz de despedazar a latigazos la
espalda de uno de mis boy eros. Pero aún no he llegado a ese estadio. Si lo
hubiese azotado ahora, y o también sufriría. Cuando sepa que esa acción no me
causará ningún dolor a mí, sino solo al azotado, entonces lo haré» .
Envolvió el diario en la piel de castor para protegerlo de la humedad y los
insectos, apagó la luz y se tumbó.
« Veamos, voy buscando una mosca aún desconocida» , recapituló. « Igual
que otros buscan un dios. Creo que la encontraré en el desierto. En tanto que
Wackman, en su burdel, con sus putas y sus curiosas orejas, le habrá escrito y a a
la sirvienta de mi padre para decirle que he fracasado, que mis huesos descansan
y a en una tumba anónima» .
A pesar del cansancio, se mantuvo despierto hasta el alba.
Al día siguiente continuaron la marcha al pie de las montañas hasta que, por
la noche, llegaron al desierto de Kalahari.