El Gúegüence El Gueguence como manifestación lúdica sincrética | Page 4

El Güegüence como manifestación Lúdica Sincrética 2. Como demostración de la capacidad pecuniaria que permite una vida de ociosidad”.3 La vida ociosa pasa a convertirse en un indicar de la elevada posición, y por lo mismo en un medio de conseguir respeto social que la misma conlleva. Aparece, en consecuencia, un tiempo improductivo, valioso en tanto es una prueba convencional pero directa de riqueza y de poder, esto significa que lo esencial es gastar el tiempo en exhibir el ocio. El ocio es pues, en este momento histórico, es fundamentalmente un ocio ostensible que por serlo, comprende incluso el ocio vivido en privado porque para poner a éste de manifiesto hay que exteriorizarlo. Ahora bien, tal exhibición exige un consumo, un consumo que es a su vez ostentoso. A tal extremo que incluye no sólo el consumir, sino saber consumir, porque ese saber es, a su vez, demostrativo de un gasto de tiempo de ocioso, del mismo modo que los buenos modales revelan la cantidad de tiempo pasado en adquirirlos. En resumen, lo importante es que en el empleo de un tiempo de ocio se va convirtiendo en un signo exterior de nobleza cada vez más contrapuesto al servil tiempo de trabajo, señal inconfundible de sumisión e indignidad.4 Esto facilita la distribución vertical del tiempo social, paralela al sistema establecido de estratificación, en un proceso diferenciador cada vez más acusado y que llega hasta la gratuidad. El ocio caballeresco que había surgido originalmente como un medio, evoluciona contradictoriamente. Sin dejar de ser tal medio pasa a adquirir un valor en si mismo. El ocio ostensible es sustituido por una ostentación progresivamente consuntiva a través de comportamientos excesivos. Es la aparición y posterior invasión del lujo, fuente del placer y mostrativo al límit RFRFRV