El Gúegüence El Gueguence como manifestación lúdica sincrética | Página 5

El Güegüence como manifestación Lúdica Sincrética leontinas que simulan el oro de tales personajes como manifestación de poder y estatus. Las monedas de cobre y bronce que pendían de los “dijeros” y sombreros de la época, emulan aquellas de plata y oro que ostentaban los señores principales en alarde de la riqueza y posición que gozaban, asimismo el estado festivo permanente en el cabildo denota la clase ociosa a satirizar y a criticar. Los lujos como las sedas de la China, vajillas de china, zapatos de raso y demás maravillas que pueden ser adquiridas solo por esa elite marcan aún más la zanja clasista entre el pueblo y la clase ociosa al tratarse de mercaderías cuyo valor de cambio excede por mucho al valor de uso de las mismas reafirmando su condición privilegiada. Resulta interesante la parte en donde se le pide al Güegüence aprender modos adecuados, pues como se presentó en párrafos anteriores, esto requería de tiempo para aprender esas maneras tan rebuscadas del protocolo social, que acentúa las diferencias entre la clase trabajadora y la clase ociosa. El ocio caballeresco pierde con ello su esencia y degenera hacia contenidos cada vez más formales en los que se basará precisamente una nueva conceptualización del fenómeno: la del ocio como ociosidad. No obstante, entrado el siglo XVIII, el carácter ostentoso del ocio caballeresco procura adaptarse a la fuerte presión de las ideas puritanas, Los hombres de negocio como cuenta En Italia el juego de pala era uno de los ejercicios de los Veblen, se ven impulsados a dedicarse caballeros: Anónimo 1570-80 al trabajo industrial y el ocio se disfraza de “trabajo”: pasa a la esposa y a los sirvientes (clase ociosa vicaria), en forma de actividades “sociales” o domésticas, de entretenimientos moderados con apariencia de “deber”, que muestren que aquellos no son vagos, sino que están plenamente ocupados en el tiempo aunque nada lucrativo o que tenga utilidad importante.6 Otro punto relevante es que se busque al comerciante, es decir al dueño de los recursos económicos, haciendo un paralelismo con la situación en Europa se ve también el acercamiento que la nobleza tuvo que hacer con la naciente burguesía, constituida en su mayoría por comerciantes, que al igual que el Güegüence de la obra 6 Veblen, 1899, 88 y 102. Lic. Francisco M. Zamorano Casal