El Gúegüence El Gueguence como manifestación lúdica sincrética | Page 20
El Güegüence como manifestación Lúdica Sincrética
festividades, con sus correspondientes "bailes", variaban según el nombre del día que
iba a ser el de año nuevo, según el del "portador del año, o representante o actor del
año” (Bacab quiere decir también portador o actor del cielo).
El padre Garibay dice que esta abundantísima producción pereció en su mayor parte.
No podía suceder otra cosa. El sacudimiento de la conquista abatió por largos años la
alegría de las razas y dislocó su manera de vida social. Casi, pero no del todo. La
existencia de obras como el Rabinal Achí y las descubiertas por Barrera Vázquez,
demuestran la resistencia contra el conquistador, y la capacidad de los pueblos con
culturas milenarias para ocultar de sus inquisidores sus valores culturales ancestrales, y
revivirlos cuando la situación les presenta condiciones más favorables.
Bajo el débil barniz de las cofradías y las fiestas a los Santos Católicos, siguieron
marcándose los rasgos solares-lunares de los antiguos dioses Mayas, y el
entendimiento del tiempo, como resultado del trabajo comunitario de las divinidades
portadoras, que necesitan de nuestra cooperación (Sacrificios puntuales), como lo
expresa Manfred Kerhoff en su brillante ensayo El tiempo y la muerte en el teatro-danza
de los Mayas, donde prosigue:
“vistos de esta manera, los números y los días no son unidades siempre
idénticas, monótonamente repetidas, sino realidades concretas, —representadas en las
inscripciones en piedra (y también en rituales, danzas, ceremonias y diseños tejidos,
que duran más que la piedra, agregaría yo) como figuras completas o rostros— que
tiene cada uno su carácter distinto, esotérico, de los cuales es cabalmente conocido el
Ah-Kin, guardián del día, encargado, a su vez, de asegurar y armonizar la labor divina y
la colaboración humana”.
Es precisamente este concepto de interacción entre el espacio y tiempo lo que permite
hablar de lo favorable o desfavorable de un momento y su lugar en lo tocante a las
acciones humanas. No es de extrañar entonces que siga sobreviviendo el calendario
sagrado y, con él, toda la red espacio-temporal de las relaciones sociales, en las
comunidades mayas de hoy.
Como lo confirman los Carnavales celebrados por los indígenas de Chiapas en épocas
precisas, concordantes con la renovación de los ciclos agriculturales: en los cinco días
del Ch'ay k'in, que puede traducirse como el mes de los días borrados, en el calendario
tradicional de 18 meses de 20 días y uno de cinco, cuando tiene lugar el K'in tajimoltik14,
o Festival de juegos, en que todo el pueblo participa en un ritual multitudinario donde
todo parece volverse al revés, y donde participan personajes ataviados con disfraces
diseñados para recordarle al pueblo toda su historia, desde la creación hasta nuestros
días: el max, mono araña o el batz, saraguato o mono aullador, es reminiscente de los
hombres de palo que por no saber cantar, hacer música, bailar o rezar, sufrieron el
castigo a su soberbia e indiferencia a las artes, y fueron convertidos en monos, que
regresan durante el tiempo considerado nefasto añadiendo a su ridícula vestimenta
elementos de otros tiempos considerados también nefastos o desfavorables, en que se
14
Ver Anexo
Lic. Francisco M. Zamorano Casal