El Facilitador Familiar Diocesano El Facilitador Familiar Diocesano | Page 5

5 EL FACILITADOR DIOCESANO T E M A 2 : S E R Y C R E C E R C O M O F A C I L I T A D O R VAMOS A RECONOCER QUE EL FORMAR A OTROS ES UN SERVICIO QUE REQUIERE DE PREPARACIÓN. - VALORAREMOS LAS CUALIDADES, CONOCIMIENTOS, ACTITUDES Y HABILIDADES QUE HA DE POSEER Y DESARROLLAR UN BUEN FACILITADOR FAMILIAR DIOCESANO. 1. DE EXPOSITOR A FACILITADOR El facilitador es alguien que realiza una actividad importante dentro de un proceso de aprendizaje. El facilitador es el centro de atracción de las miradas, causando diferentes impresiones en ellas, ya sea como líder, maestro, expositor, compañe- ro, moderador, amigo, etc. Cada uno de los participantes se formará un concepto muy particular de él y del papel que desempeña cuando se encuentra al frente del grupo. El Facilitador es la persona profesionalmente capacitada, quién, teniendo una conciencia profunda de lo que es la dignidad del ser humano y de las múltiples carencias que con respecto a ésta tiene nuestra sociedad actual, se ocupa de pro- mover un desarrollo humano integral en cada grupo y persona que se le confía, a través de la conducción de cursos o talleres. Es difícil encontrar a una persona que posea todas las características que se re- quieren para ser un buen facilitador, sin embargo, estas pueden ser adquiridas con la práctica y perfeccionadas con la experiencia. “Que los laicos se sientan motivados por la gracia del bautismo a integrarse a la vida parroquial y a pertenecer a los grupos y asociaciones laicales, para fomentar iniciativas que resulten en una pastoral más misionera y comprometida con las realidades de nuestro pueblo, acercando a los más alejados de la Iglesia.” (II Sínodo Diocesano N. 055) “Considérese a la Pastoral 2.- EL FACILITADOR, ALGUIEN QUE CONOCE EL PROCESO GLOBAL Familiar como prioritaria La facilitación no se improvisa. El facilitador ha de ser una persona preparada y con ciertas características que le permitan influir en las personas para generar un crecimiento humano, y sobre todo un crecimiento en la fe. orgánica de la Diócesis y de las Es importante conocer, reflexionar y asimilar lo que “es” un facilitador, de tal for- ma que el aspirante se comprometa a desarrollar algunas virtudes importantes, y evitar los errores que traerían como consecuencia el fracaso de un grupo. Por lo tanto, el facilitador es: la atención especialísima a los • • • • • • Un guía, pues dirige las sesiones para que los participantes se conduzcan a su propio aprendizaje, dándole vida y significado a su labor formativa. Un innovador, que no se limita a inculcar conceptos, a solo “informar”, sino que provoca la creatividad en la propia superación personal: forma a un gru- po. Esto implica volverse explorador de la verdad y de las realidades humanas para establecer puentes de comunicación más personales. Un investigador, ya que busca constantemente su actualización, analizando con profundidad la realidad que vive el grupo a capacitar, con el fin de entre- gar lo mejor de sí mismo al grupo, descubriendo los valores de las personas y de los grupos, contribuyendo a desarrollarlos en un ambiente de respeto. Una autoridad, ya que busca ser coherente en sus principios y sus actos. Un profesional comprometido consigo mismo, con sus grupos, con sus com- pañeros de trabajo, con la sociedad, con su iglesia y con su país. Para ello debe tener la preparación suficiente para guiar adecuadamente al grupo que se le encomienda. Una gran persona, pues tuvo que pasar por un proceso de superación perso- nal, antes de pretender hacerlo con un grupo. dentro de la Pastoral Parroquias. Por ningún motivo debe el párroco dejar de lado matrimonios y a la familia” (II Sínodo Diocesano N. 332) “ El Plan Pastoral de nuestra Diócesis, manda el crear consejerías en los niveles parroquial y diocesano, las Pastorales Familiares deberán colaborar de forma efectiva en la creación de estos espacios y su sostenimiento, en primer lugar capacitando a los matrimonios y agentes de pastoral y luego desarrollando y evaluando los diferentes aspectos de la misma.” (Estatutos de Pastoral Familiar No. 130)