Invitada
El Dromedario
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Bosa
Antes de la llegada de los españoles, en el territorio de Bosa vivía una población muisca muy importante. Su nombre, entonces, viene del chibcha y puede significar “cercado del que guarda y defiende las mieses” (las mieses son cultivos donde se siembran cereales) o puede significar el segundo día de la semana (ata (lunes), bosa (martes), mica (miércoles), mujica (jueves), jira(viernes), ta (sábado) y cuju pucua (domingo)). Con la llegada de los españoles, Bosa se convierte en un territorio sangriento cuando en 1538 los españoles ahorcan al Zipa Sagipa porque los indígenas no logran llenar un cuarto vacío de oro. Más adelante, en 1850 se eliminó el resguardo indígena de Bosa.
Chapinero
Al norte de Bogotá está una de las localidades tradicionales de la ciudad. Su origen se remonta al siglo XVII, cuando un español llamado Antón Hero se casó con una indígena nativa de Usaquén, y recibió como dote las tierras donde hoy queda Chapinero. Antón era el fabricante de unos zapatos con suela de madera y hebilla de cuero llamados “chapines”, entonces al vecindario lo llamaron Chapin + Hero = Chapinero. De hecho, Chapinero no era parte de Bogotá, solía ser el lugar donde la élite bogotana pasaba los veranos, porque Bogotá solo llegaba hasta la Iglesia de San Diego en la calle 26. Se empezó a poblar con unas casas que se llamaban Quintas, que eran mansiones grandes con jardines. Con el tiempo, las personas de Bogotá dejaron de usar estas casas para vacaciones y empezaron a vivir allí, principalmente por el agua limpia y las zonas verdes que había en el barrio.
Engativá
El nombre de la localidad viene la palabra muisca Ingativa, que significa “Tierra del Sol” o “Señor de lo ameno o sabroso”. Fue un resguardo indígena en la colonia. Con la Independencia, las tierras de la zona que eran muy fértiles por las fuentes hídricas, se repartieron entre pobladores adinerados.
Fontibón
El nombre Fontibón significa en chibcha “poderoso capitán” y fue dado por el cacique muisca Hyntiba. Este era un lugar estratégico de paso y de comunicación para la población muisca y para los españoles que viajaban entre Bogotá y el río Magdalena. Por esto, Fontibón tuvo rápidamente casas de personas de dinero, casas de viajeros y una Iglesia. Con el tiempo, las casas fueron cambiando por haciendas que funcionaban para la agricultura.
El origen de los nombres de las localidades de Bogotá
para la agricultura.
La Candelaria
En la época de la Colonia, el nombre Candelaria se usaba para nombrar a la zona alrededor de la Iglesia Candelaria de los Agustinos Recoletos, al lado del Museo Miguel Urrutia. Poco a poco, el nombre se fue expandiendo a los lugares cercanos a la Iglesia.
¿De dónde viene el nombre de la Iglesia amarilla? La palabra Candelaria viene de una virgen de origen español, específicamente en Tenerife. La palabra viene de la candela o luz santa que guía por un buen camino.
Durante sus primeros 50 años, la Candelaria, o más bien Bogotá, era un pequeño centro urbano con algunas iglesias y casas levantadas. Los ríos San Francisco y San Agustín que vienen de la cordillera oriental, terminaron por limitar la Candelaria de otros barrios que fueron apareciendo.
Suba
El nombre es un homenaje al cacique que habitaba esta región, conocido como Subausaque, que probablemente era un título genérico para su rango. Con la llegada de los españoles, el cacique de Suba los agasajó con comida y regalos, razón por la cual siempre hubo una paz en Suba con los conquistadores. Sin embargo, este gesto no le gustó mucho a los otros zipas de la zona, que decidieron mandar a Subausaque a la cárcel.
En 1537 liberan al Subausaque y antes de que muera el fray Domingo de las Casas (que venía con Gonzálo Jiménez de Quesada) bautiza al muisca junto con los habitantes indígenas de Suba. Más adelante, la zona fue un resguardo indígena hasta la Independencia y en 1875 se convierte en un municipio aledaño a Bogotá.
Santa Fé
La historia de Santa Fe empieza en la Colonia con los primeros asentamientos españoles en Las Cruces, Las Aguas, Las Nieves, Santa Inés y San Bernardo. Gonzalo Jiménez de Quesada le puso a la zona “Santa Fe” por la ciudad de igual nombre en Granada, España. Cuando la localidad se empezó a expandir, el número de indígenas y mestizos creció hasta ser el 44 por ciento de la población. Después de la época colonial, la localidad era económicamente muy activa, había panaderías, curtiembres, carnicerías, artesanos y obreros. Además, era un lugar estratégico por ser la salida al norte, así que se volvió un paso obligado. Sin duda, Santa Fe es una ciudad que ha visto el paso del tiempo como ninguna otra.
Sumapaz
El lugar estaba habitado por dos grupos indígenas: los sutagaos y los muiscas. Sumapaz era un lugar de importancia espiritual por sus páramos y lagunas, donde era común que hicieran ceremonias religiosas. Con la colonización, Nicolás de Federmann llegó a la zona buscando oro y las crónicas de la conquista cuentan que muchos de sus soldados murieron por el frío. A Sumapaz lo llamaban el “País de la Niebla”. Antes de la Independencia, se fundaron los municipios de Pandi, Tibacuy y Fusagasugá, todos estos bajo el nombre de Hacienda Sumapaz, que se extendía desde Nazareth hasta Usme. La Hacienda tenía más de 2000 hectáreas y fue testigo de enfrentamientos entre colonos y arrendatarios.
Empecemos por decir que lo que hoy es Bogotá era un importante territorio indígena, cuna de los Muiscas y de los Sutagaos mayormente. Por eso, muchos de los nombres de las localidades son deformaciones de las lenguas originarias, de las cuales no existe un registro amplio, razón por la cual van a ver muchos “puede significar” o “hay varias historias alrededor del origen del nombre” cuando se habla del nombre de una localidad.De hecho, los espacios planeados en la capital son más bien pocos y casi todas las dinámicas de poblamiento acelerado responden a la llegada de campesinos escapando de la violencia en el campo. Recordemos que la transición demográfica en Colombia obedece a transformaciones generadas por la denominada Violencia Política de los años 40 's a 60' s.
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