El 2020
El Dromedario
Humanidades
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Nunca habíamos vivido un año como este, fue un año especial y sin duda peculiar. Al hablar con mis amigos me di cuenta que fue un año muy complicado para todos. Empezamos enero con unos incendios en Australia y a mediados de marzo llegó el corona virus a nuestras ciudades lo que nos hizo encerrarnos en nuestras casas. Seguro que cada uno de ustedes ha llegado a decir que odió este año, que fue horrible. Y si, lo fue sin embargo por lo menos yo me llevo muchos recuerdos lindos y muchas valiosas experiencias de este año. Si nos ponemos a pensar más allá este año nos permitió a muchos de nosotros volvernos más cercanos de nuestros padres o hermanos cuando el Covid nos puso a prueba con muchos meses de convivencia. También pudimos aprender a ser más responsables o simplemente a ayudar en nuestras casas. Sabiendo esto, me pregunto ¿por qué no podemos agradecerle a este año que nos permitió aprender bastantes aspectos de la vida que seguramente no hubiésemos aprendido si no fuese por esta situación?
Para responder mi pregunta debemos retroceder en el tiempo. Desde la prehistoria el ser humano ha necesitado ir más allá de lo que tienen debido a la escasez y evolución. En la actualidad afortunadamente no sufrimos de escasez y tenemos todo lo que necesitamos. No obstante, siempre queremos más de lo que tenemos, todos los niños quieren más juguetes, los adolescentes un amor, los adultos más dinero o más tiempo. Nunca estamos ciento por ciento satisfechos con nuestras vidas. Y esto es un hecho biológico. Nuestro cerebro está diseñado para siempre satisfacernos con ir más allá de lo que tenemos, es el hecho de necesitar más. Muchas empresas de marketing se aprovechan de eso para vender más, mostrándonos que necesitamos nuevos productos mientras que no los necesitamos de verdad.
Dicho esto podríamos deducir que este año no fue el que todos tenían en su cabeza. No pudimos viajar, algunos no pudieron tener su graduación… Aún así el 2020 nos dejó nuevas lecciones de vida. Nuestro cerebro siempre pedirá más, aún así no es malo tener sueños ni metas para cumplir pidiendo más de lo que tenemos. Pero si es importante disfrutar el momento.
Por: Sara Prieto
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