Gentileza de El Trauko
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horrible, irreparable", y Dios sabe cuántas cosas más. Papá se echó a reír, así como Margot
y mamá; pero yo tenía lágrimas en los ojos viendo perdido todo mi trabajo y mis
minuciosas notas.
El "daño irreparable", visto de cerca, no era tan grave. En el desván, despegué
cuidadosamente todos los papeles, y los colgué a secar. Viéndolos, yo también solté la risa:
María de Medicis pendía al lado de Carlos V, y Guillermo de Orange al lado de María
Antonieta, lo que hizo decir a Van Daan: Rassenchande9 espetó. Confié a Peter el cuidado
de mis papelotes, y volví a bajar las escaleras.
—¿Cuáles son los libros estropeados? —pregunté a Margot, que los estaba
examinando.
—El de álgebra —respondió ella.
Acudí en seguida para ver, pero lamento decir que ni mi libro de álgebra estaba en
mal estado; nunca he detestado tanto un libro como ese mamotreto. En la primera hoja
figuran los nombres de por lo menos veinte propietarios precedentes, está viejo,
amarillento, cubierto de garabatos y de correcciones. ¡Un día, cuando esté de muy mal
humor, haré trizas ese detestable Volumen!
Tuya,
ANA
Lunes 22 de mayo de 1944
Querida Kitty:
Papá perdió, el 12 de mayo, su apuesta con la señora Van Daan, a quien ha
entregado cinco tarros de yogur. La invasión no se ha efectuado aún; puedo decir con
absoluta certeza que toda Amsterdam, toda Holanda, sí, toda la costa occidental de Europa
hasta España no hace más que hablar y discutir sobre este tema, apostar y esperar...
La atmósfera de espera no puede ser más tensa. Una buena parte de aquellos que
nosotros incluimos entre los "buenos" holandeses han dejado de creer en los ingleses; no
todo el mundo se conforma con el famoso bluff inglés —¡oh, no, lejos de eso!—; hay
quienes necesitan pruebas, acciones grandes y heroicas. Nadie mira más allá de la punta de
su nariz, nadie piensa en los ingleses como personas que se defienden y pelean por su país;
todos creen que ellos están obligados a salvar a Holanda lo más rápidamente y lo mejor
posible.
¿Que obligaciones han contraído los ingleses con nosotros? ¿De qué manera los
holandeses han merecido esa ayuda generosa que esperan con tanta seguridad? Por triste
que sea, los holandeses pueden prepararse para las decepciones; a despecho de todo su
bluff, no se le puede reprochar más a Inglaterra que a los otros países grandes y chicos que
actualmente no están ocupados. Sin duda, los ingleses no vendrán a presentarnos sus
excusas; porque si nosotros podemos reprocharles haberse dormido durante los años en que
Alemania se armaba, no podríamos negar que todos los demás países, en especial los
limítrofes de Alemania, se durmieron igualmente. La política del avestruz de nada nos
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Ultraje racial. Término racista propio de la ideología nazista. (N. del T.).
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