Gentileza de El Trauko
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Mi mejor cuento de hadas es El sueño de Eva; no sé exactamente de dónde lo he
sacado. La vida de Cady tiene buenos momentos aquí y allá, pero en conjunto no es gran
cosa.
Yo soy mi única crítica y la más severa. Me doy cuenta de lo que está bien o mal
escrito. Quienes no escriben desconocen cuán maravilloso es; antes, yo deploraba siempre
no saber dibujar, pero ahora me entusiasma poder al menos escribir. Y si no tengo bastante
talento para ser periodista o para escribir libros, ¡bah!, siempre podré hacerlo para mí
misma.
Quería adelantar, hacer algo. No puedo imaginarme viviendo como mamá, la
señora Van Daan y todas esas mujeres que cumplen con su deber y son olvidadas más
tarde. Además de un marido y varios hijos, necesitaré otra cosa.
Quiero seguir viviendo, aun después de mi muerte. Por eso le estoy agradecida a
Dios, que, desde mi nacimiento, me dio una posibilidad: la de desarrollarme y escribir, es
decir, la de expresar todo cuanto acontece en mí.
Al escribir me libero de todo, mi pesar desaparece y mi valor renace. Pero —he ahí
la cuestión primordial—, ¿seré alguna vez capaz de escribir algo importante; podré ser
algún día periodista o escritora?
Confío en que sí. ¡Oh, cómo lo deseo! Pues, al escribir, puedo concretarlo todo: mis
pensamientos, mi idealismo y mis fantasías.
Hace mucho tiempo que no trabajo en La Vida de Cady; aunque sé muy bien cómo
debe continuar esta obra, no logro llevar mis ideas al papel. Quizá nunca logre terminarla;
esta novelita acaso encuentre su fin en el cesto de los papeles o en la estufa... Ello me
dolerá infinitamente, pero, bien pensado, "a los catorce años se tiene demasiado poca
experiencia para incursionar en la filosofía".
¡Bueno, adelante con nuevo valor! Ya llegará eso, pues estoy resuelta a escribir.
Tuya,
ANA
Jueves 6 de abril de 1944
Querida Kitty:
Me has preguntado cuáles son mis i ntenciones y actividades preferidas, y me
apresuro a responderte. No te asustes, porque son bastantes.
En primer lugar: escribir. Pero, en realidad, ésa es para mí una tarea muy seria.
Segundo, los árboles genealógicos. Estoy haciendo indagaciones en todos los
documentos, diarios y libros, sobre la genealogía de las dinastías de Francia, Alemania,
España, Inglaterra, Austria, Rusia, de los países nórdicos y Holanda. En la mayoría de los
casos he obtenido excelentes resultados a fuerza de leer y anotar las biografías y los libros
de historia, buena parte de los cuales he copiado.
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