Gentileza de El Trauko
http://go.to/trauko
posibles celos de la señora; a él le ha parecido que no. Entonces, ¿qué? Mamá está
enfadada y probablemente celosa, ella también. Papá no envidia nuestras veladas
amistosas; le alegra ver que Peter y yo nos entendemos tan bien. Margot quiere a Peter
igualmente, pero se siente de más, sabiendo que cuando hay tres no se dicen las mismas
cosas que entre dos.
Mamá cree que Peter está enamorado de mí. Yo no pido nada mejor, francamente,
en tal caso, estaríamos iguales y podríamos llegar a conocernos más íntimamente. Admito
que, en compañía de los otros, nos lanzamos más de una mirada furtiva, y que a veces él se
fija en mis hoyuelos, pero yo no puedo remediarlo, ¿verdad?
Aquí me tienes en una situación difícil. Mamá está contra mí, y papá prefiere no
intervenir en la lucha que se ha suscitado entre mamá y yo. Ella está triste, porque me
quiere mucho; yo no estoy triste en absoluto, porque sé que ella lo está por falta de
comprensión. Y Peter... No quiero renunciar a Peter, que es tan adorable y a quien admiro
tanto. Lo existente entre nosotros podría transformarse en algo muy hermoso. ¿Por qué
esos viejos pretenden meter la nariz? Por fortuna, estoy habituada a disimular mis
sentimientos, y logro admirablemente ocultarles que estoy loca por él. ¿Y él, hablará de
eso alguna vez? ¿Sentiré algún día su mejilla contra la mía, como sentí la del otro Peter en
mi sueño? ¡Oh, Peter y Peter! ¡Vosotros sois el mismo Peter! Ellos no nos comprenden,
nunca sospecharán que no basta con estar solos, sentados el uno al lado del otro, sin hablar,
para estar contentos. No comprenden lo que nos impulsa al uno hacia el otro. ¡Ah, estas
dificultades! ¿Cuándo serán vencidas? De cualquier modo, hay que vencerlas, el desenlace
será bellísimo. Cuando lo veo tendido, la cabeza sobre los brazos y los ojos cerrados, no es
más que un niño; cuando juega con Mouschi, es un encanto; cuando se le encarga traer las
papas u otras cosas pesadas, está lleno de fuerza; cuando va a mirar los bombardeos o a
sorprender a los ladrones en la noche, es valiente; y cuando es desmañado y torpe resulta
sencillamente delicioso.
Prefiero recibir de él una explicación a tener que enseñarle algo; querría
reconocerle superioridad en todo, o en casi todo.
¿Qué pueden importarme nuestras madres? ¡Ah, si sólo me hablara!
ANA
Miércoles 29 de marzo de 1944
Querida Kitty:
Anoche, en la transmisión holandesa de ultramar, el ministro Bolkestein dijo en su
discurso que después de la guerra se coleccionarán cartas y memorias concernientes a
nuestra época. Naturalmente, todos los ojos se volvi eron hacia mí; mi diario parecía
tomado por asalto. ¡Figúrate una novela titulada El anexo secreto, cuya autora fuera yo!
¿Verdad que sería interesante? (El mero título ya haría pensar en una novela policial).
Pero hablemos con seriedad. Diez años después de la guerra, seguramente causaría
un extraño efecto mi historia de ocho judíos en su escondite, su manera de vivir, de comer
y de hablar. Aunque de ello te haya dicho mucho, en realidad sabes muy poco, poquísimo.
127