El diario de Anna Frank | Page 110

Gentileza de El Trauko http://go.to/trauko Tengo la impresión muy nítida de que, contrariamente a las apariencias. Peter y yo no somos muy diferentes el uno del otro. Te diré por qué: a Peter, lo mismo que a mí, le falta una madre. La suya es demasiado superficial, solamente piensa en coquetear, y se interesa poquísimo por los pensamientos de su hijo. La mía demuestra un mayor interés por mí, pero está desprovista del instinto materno, tan hermoso y sutil. Peter y yo mantenemos ambos una lucha interna a causa de nuestros sentimientos contradictorios, aún no nos sentimos lo suficientemente seguros y, en el fondo, somos demasiado sensibles como para soportar brusquedades. Cuando me agreden, mi reacción es directa: quiero "irme". Como eso es imposible, empiezo a simular: me debato y causo tal batahola, que todo el mundo querría verme en el otro extremo de la tierra. Él, por el contrario, se repliega sobre sí mismo, casi no habla, permanece más bien taciturno, cavila y se esconde tras su timidez. Pero, ¿dónde y cómo vamos a poder, por fin, encontrarnos? No sé durante cuanto tiempo el sentido común me permitirá controlar este anhelo. Tuya, ANA Lunes 28 de febrero de 1944 Muy querida Kitty: La noche, como el día, se han convertido en una pesadilla. Lo veo a todas horas, o casi, sin poder ir hasta él; necesito vigilarme para no traicionarme, aparentar jovialidad, mientras que todo en mí no es más que desesperación. Peter Wessel y Peter Van Daan se han fundido en un solo Peter, amado y bueno y por quien suspiro. Mamá me fastidia; papá es amable y me fastidia, por lo tanto, aun más; en cuanto a Margot, me fastidia más que mis padres, pues pretende verme feliz y yo lo único que deseo es estar tranquila. Peter no se ha reunido conmigo en el desván; ha ido a la buhardilla para realizar un trabajo de carpintería. A cada chirrido, a cada martillazo sentía desvanecerse mi valor y me entristecía cada vez más. A lo lejos un carillón tocaba: Puro de cuerpo, puro de alma. Soy sentimental ya lo sé. Estoy desesperada y me vuelvo muy poco razonable: eso lo sé también. ¡Ayúdame Dios! ¡Ayúdame! Tuya, ANA 106