El Corán y el Termotanque | Cuarto Número | Page 5

CONEJOS Por Maru Sartori Ilustra Estrella Mergá repentina. Y buscó enseguida la proximidad de Iván. Se quedaron largo rato en el sillón del living, comiendo pasas de uvas y escuchando a Chopin. —Tenés algo malo en los ojos. —¿Cómo algo malo? —No sé, algo duro. Parecías tan contenta de que viniera tu amiga. —Estoy contenta. Bueno, esa no es la palabra. No me gusta la palabra «contenta». No sé cómo estoy. La estoy esperando. —Tampoco es nostalgia eso que tenés en los ojos. —No, nostalgia no. No sé qué tengo. —Pero querés que venga. —Sí, ¿cómo no voy a querer? A lo mejor es que estoy acostumbrada a nuestra soledad. —Pero son unos días nomás. Es lindo que algo nos cambie la rutina. —No me gusta la palabra «lindo», ya sabés. Y la palabra «rutina» menos. —Estás irritable. —Puede ser. Pero no es malo lo que tengo. —No sé… ¿Necesitás que te ayude con algo más o que traiga algo mañana del pueblo? —No. Ya está todo listo. —Me voy a acostar, entonces. —Que descanses. Yo me quedo terminando un trabajo así mañana a primera hora lo entrego y el fin de semana estoy libre. cabellos se movían como las ramas de los plátanos. Cuando llegaron, el tufo lo invadía todo. Evelina preparó un aperitivo con limón, menta y unas gotas de granadina. Al rato, se largó a llover. Ambas sintieron la dicha de lo que refresca. Salieron a la galería que enseguida se llenó de ranas hermosas, verdísmas, chillonas. Croaban con tal fuerza que parecían querer impedir la conversación. Se rieron. Ya eran dos niñas. —¿Cómo es posible que nunca más nos hayamos comunicado?–, dijo Lila. —Nos dejamos tragar por la tierra. Y la llanura les tragó las bocas, las lenguas. Hasta que Lila preguntó: —No vivís sola en esta casa, ¿no? —No, con Iván. En cualquier momento llega. —¿Cómo con Iván? —Sí, con Iván. A Lila se le estiraron las comisuras hacia los costados. De pronto parecía una rana más en la galería. Pero no hizo falta croar fuerte para detener las palabras de Evelina. Estaban paradas en ese punto de la conversación cuando llegó él, sonriente, liviano, como sie