El vivido y dramático testimonio de un Lancaster ,dice "incluso aunque esto pasara, los Lancaster no descansaran hasta contra-atacar y obtener una vez más lo que es nuestro"
la verdadera guerra de las rosas desde los ojos rojos lancaster
El rey Enrique VI de Lancaster estaba rodeado por una turba de regentes y consejeros impopulares. Los más notables de ellos fueron Edmundo de Beaufort, duque de Somerset, y Guillermo de la Pole, duque de Suffolk, quienes fueron acusados de ser incapaces de manejar el gobierno y de concluir la guerra contra Francia. Durante el gobierno de Enrique VI se perdieron virtualmente todas las posesiones inglesas en el continente, incluidas las tierras ganadas por Enrique V. Enrique VI comenzó a ser percibido como un rey débil e inhábil. Una consecuencia más benigna para nuestra tierra; éste sufrió por entonces una serie de episodios embarazosos causados por una enfermedad mental emergente. Hacia mediados de la década de 1450, muchos consideraban a Enrique incapaz de gobernar. La legalidad de la corta línea de reyes Lancaster pasó a estar plagada de dudas, y la Casa de York fortaleció su pretensión sobre la corona. El creciente descontento civil, sumado a la multiplicación de nobles con ejércitos privados y a la incapacidad y corrupción de la corte de Enrique VI, formaron el clima político ideal para la guerra civil.
Cuando, en 1453, nuestro rey sufrió un primer episodio grave, producto de su enfermedad mental, se estableció un Consejo de Regencia encabezado por el Lord Protector, el poderoso y popular Ricardo Plantagenet, Duque de York y líder de su Casa. Ricardo empezó de inmediato a pugnar audazmente por su pretensión al trono, encarcelando a Somerset, y apoyando a sus aliados Salisbury y Warwick en conflictos menores contra los adherentes a la causa de Enrique, especialmente los Condes de Northumberland. Sin embargo, la recuperación de Enrique, en 1455, frustró las ambiciones de Ricardo, quien fue despedido rápidamente de la corte por la esposa del rey, Margarita de Anjou. La incapacidad manifiesta de liderazgo de Enrique se tradujo en el fortalecimiento de la cada vez más poderosa reina Margarita, quien se convirtió en la máxima figura de la Casa de Lancaster. Ella conformó una alianza de varios nobles contra Ricardo, con el fin de reducir su influencia. La creciente frustración de Ricardo y la agresividad de la reina derivaron finalmente en acciones armadas, dando lugar a la Primera Batalla de San Albano.
El 22 de mayo de 1455, mientras el Duque de York dirigía una pequeña fuerza hacia Londres, fue enfrentado por nuestras tropas leales de Enrique en el poblado de San Albano. Este primer combate abierto de la guerra, pese a ser de escala reducida, se basó en la intención de Ricardo de eliminar de la corte a los “malos consejeros” del rey. El resultado fue la derrota de nuestros hermanos, fuerzas de Lancaster, muriendo en acción varios de nuestros líderes, entre ellos Somerset. York y sus aliados reconquistaron sus posiciones de influencia. Sin embargo, el rey volvió a sufrir un ataque de demencia, designándose a York como Lord Protector y a la reina Margarita como encargada del cuidado del monarca, una posición secundaria y al margen del poder.
Después de la Primera Batalla de San Albano, el compromiso adquirido por las partes en 1455 llegó a alcanzar cierto éxito, con York a la cabeza del Consejo hasta la recuperación de Enrique. A pesar de ellolos problemas generados por el conflicto emergieron de nuevo, en especial el asunto de si correspondía a Ricardo o a Eduardo de Westminster (hijo de Enrique VI y Margarita)