El Combatiente N° 2 Octubre 2019 Octubre 2019 | Page 3
<” En septiembre de 1973, Miguel Enríquez vive en una casa verde olivo, calle Zúrich Sur en la
Gran Avenida José Miguel Carrera, en Santiago. Junto a él también ocupan la vivienda su com-
pañera Carmen Castillo Echeverría (Catita, ‘Jimena’ en la clandestinidad), las pequeñas Camila
Pascal (hija de Catita y Andrés Pascal), Javiera Enríquez Pizarro (hija de Miguel), Humberto
Sotomayor (Tito, ‘Tonio’), su esposa y los hijos de ambos; además, allí vive la “abuela” (madre
de Humberto Sotomayor).”> Trasladándose en la navidad de ese año, a la casa de seguridad de
Santa Fe.
<” Inmediatamente después del golpe militar de septiembre de 1973, el MIR sufrió pérdidas en
sus niveles medios y Dirección Política; el 13 de diciembre de 1973. Ese día, desde una igle-
sia en el centro de Santiago donde se encuentran refugiados son secuestrados Bautista van
Schouwen, miembro de la Comisión Política y director de El Rebelde, y Patricio Munita.
En octubre la caída de la Dirección Regional de Valdivia, sería un duro golpe para nuestro
partido. En esta ciudad, el 3 y 4 de octubre, un consejo de guerra condenó a muerte a 12 com-
pañeros. Entre los fusilados se encontraban Fernando Krauss Iturra, secretario regional, y José
Gregorio Liendo Vera (‘comandante Pepe’), líder del Movimiento de Campesinos Revoluciona-
rios (MCR)”>
<” … hacia marzo de 1974 Miguel Enríquez había materializado la reestructuración del MIR en
todos los niveles (desde la Comisión Política hasta los núcleos provinciales)”>
“A pesar de los resguardos que se tomaron, el cerco contra el MIR en la clandestinidad se acre-
centó en el segundo semestre de 1974. Entre el 6 de agosto y el 20 de septiembre, cuarenta
miristas cayeron en manos de los organismos de seguridad, y 36 de ellos fueron asesinados o
están desaparecidos” Punto Final
El 17 de septiembre de 1974 capturaron a Manuel Jesús Villalobos Díaz, 22 años, casado, es-
tudiante de sociología y miembro de la dirección del MIR en Concepción. Osvaldo Romo co-
mandaba el grupo que lo secuestró en su departamento de Morandé 882 y le propinó una feroz
golpiza ante la presencia de su esposa, hijo, hermana y cuñado. Casi un mes después, su padre
lo vio por Gran Avenida al interior de una camioneta, en medio de dos individuos.
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