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Sin los fastos tradicionales Austeridad en la asunción
Abril 2013

Sin los fastos tradicionales Austeridad en la asunción

* La ceremonia de asunción fue seguida por millones de personas en todo el mundo. * Asistieron primeros mandatarios y autoridades de diferentes gobiernos. * Banderas argentinas en la Plaza San Pedro.
Fue una mañana especial. Millones de personas en la tevé esperando ver la asunción de Francisco I, el Papa argentino. La ceremonia tuvo sus señas particulares, gestos que, al menos en lo simbólico, preanuncian ciertos vientos de cambio y renovación. Hubo mucha menos pompa que en otras ocasiones. Francisco I optó reemplazar el anillo de pescador de oro tradicional por otro de plata dorada.
Hubo, en la Plaza San Pedro, banderas de infinidad de países, pero las de Argentina fueron mayoría. Y también hubo, y muchas, de San Lorenzo, el club de los amores de Francisco.
Presencia argentina
En total fueron 132 las delegaciones de presidentes y representantes de diferentes gobiernos los que estuvieron en la asunción de Francisco I. Por el lado argentino la delegación fue encabezada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Un día antes de la asunción la mandataria argentina compartió un almuerzo de casi tres horas con el nuevo Papa. Allí intercambiaron regalos: Cristina le obsequió un juego de mate hecho por trabajadores de una cooperativa, y Francisco, en tanto, le regaló un libro.
En la delegación argentina también hubo presencia de dirigentes políticos de la oposición, representantes de los sectores sindical y empresarial y el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti.
Otro dato destacado que dejó la ceremonia en la Plaza San Pedro: por primera vez en la historia el Patriarca de Constantinopla, es decir el líder de la Iglesia Ortodoxa, estuvo presente en la asunción del Papa.
El Papa Francisco I junto a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en un encuentro oficial en el Vaticano.
Jorge Bergoglio en Mar del Plata Su última visita a la ciudad
En su rol de arzobispo de Buenos Aires Jorge Bergoglio estuvo en Mar del Plata en el invierno del 2007 en el marco de lo que fue, por aquel entonces, la Semana Social de la Iglesia. Aquella fue la última visita a nuestra ciudad del hoy Papa Francisco I. El encuentro se desarrollo en el Hotel 13 de Julio y fue organizado por la Comisión de Pastoral Social. Las actividades incluyeron una misa brindada junto al obispo de Mar del Plata, Juan Alberto Puiggari y Jorge Casaretto, el por entonces presidente de la Comisión Episcopal de la Pastoral.
Latinoamérica en el primer plano

Una decisión con mucho de geoestratégica

Que la decisión final haya recaído sobre un Papa oriundo de estos pagos no es casual. El Cristianismo tiene en Latinoamérica una fuerza que hoy no tiene en otros lugares, especialmente en Europa. Se estima que más del cuarenta por ciento de los católicos vive en esta parte del mundo.
Lo cierto y concreto es que Francisco I ya está en funciones y son varios los desafíos que se le presentan en el horizonte. El principal, acaso, tiene que ver con la tarea de acercar nuevamente la Iglesia a miles de fieles que, por diferentes razones, en mayor o menor medida, se han alejado. Los primeros gestos del nuevo Papa, por lo pronto, van en esa dirección: la austeridad, el lenguaje simple, llano, su identificación con los más desposeídos apuntan hacia esta cuestión en particular.