EL AULA VIRTUAL UNA EXPERIENCIA NOVEDOSA I | Page 7
Efectividad del campo virtual en cuanto al
aprendizaje a nivel de pregrado tomando
como país motor para Latinoamérica
Colombia. Y a su vez Tomando como
punto de partida la comparación con la
educación a distancia y la educación
tradicional
POR: JORGE RODRÍGUEZ
La educación a distancia y virtual está creciendo ampliamente a través de muy diversas expresiones y
formas en la educación superior en Colombia. Tal dinámica es de una enorme magnitud y complejidad en tanto
ella refiere a temas didácticos, pedagógicos, tecnológicos, organizacionales, jurídicos, económicos; de recursos de
aprendizaje, sistemas de evaluación y procesos de certificación haciendo una lista reducida. Nuevos estudiantes,
nuevas competencias docentes y nuevas formas de evaluación, de regulación o de competencia, junto con una
amplia diversidad institucional son parte de un proceso en curso en Colombia que plantea la necesidad de su
reflexión y análisis colectivo.
Ante la situación esbozada, los representantes de la Asociación Colombiana de Instituciones de
Educación Superior con Programas a Distancia y virtual, ACESAD y Virtual Educa a través del Observatorio de la
Educación Virtual de América Latina y el Caribe.
Superando paradigmas Hoy nadie duda de los beneficios y de la necesidad de la virtualidad en la
educación superior, pese a que las cifras de crecimiento de programas con esta modalidad no reflejan la progresión
des eada en nuestro sistema. El número de pregrados y posgrados virtuales apenas cubre el 2.5% de toda la oferta
de programas activos, mientras que en distancia la cifra llega al 9%, y la progresión estadística muestra que la
creación de nuevos programas virtuales casi que duplica la de programas a distancia tradicional.
En poco tiempo, de continuar la tendencia, habrá más programas virtuales que de distancia
tradicional, en gran medida por el hecho de que Colombia ha ido creciendo exponencialmente su conectividad de
internet en la mayoría de regiones del país. Para ello el país ha realizado muy destacados esfuerzos, como por
ejemplo el programa “Computadores para la Paz”, que busca formar agentes educativos que, apoyados en el uso de
TIC, enriquezcan los ambientes de aprendizaje en entornos institucionales de zonas de alta vulnerabilidad social y
económica vinculados al PAI (Plan de Atención Integral a la Primera Infancia). Este Proyecto llega a 4.218
menores de 5 años, en 20 centros de atención integral a la primera infancia, de ocho departamentos, en donde se
dotaron 60 espacios educativos, y se formaron 120 personas en la apropiación de las TIC para la creación de
ambientes innovadores.
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