EL AULA VIRTUAL UNA EXPERIENCIA NOVEDOSA I | Page 8
Así mismo, se trabaja el proyecto “Raíces de Aprendizaje
Móvil”, con el cual se busca aprovechar los avances de la tecnología de
la telefonía móvil para descargar contenidos educativos digitales de
alta calidad, para ser proyectados y usados durante las clases. Durante
en el 2012, el desarrollo del convenio suscrito entre el Ministerio de
Educación Nacional, Nokia Corporation, Pearson Charitable
Foundation y Fundación Telefónica Colombia, se extendió el Proyecto
Raíces de Aprendizaje Móvil, a las Secretarías de Educación de Cali y
Villavicencio, para un total de 82 sedes educativas beneficiadas
(Caquetá 14, Tunja 13, Villavicencio 25 y Cali 30); y 214 docentes
participantes que implementan el proyecto con 5.557 estudiantes de
los grados 4 y 5° en las áreas de matemáticas y ciencias naturales.
Entendamos pues que La educación virtual no es “otra”
educación, y mucho menos, una educación pobre, de menor calidad,
intensidad o contenidos que la presencial. Ese es un prejuicio que
erróneamente se ha creado. Las más reconocidas universidades del
mundo tienen programas virtuales de excelsa calidad, y debemos
superar la falsa creencia de que como la educación a distancia, y luego
la virtual, se han promocionado como alternativas para personas con
escaso tiempo, o de restricciones de movilidad o de recursos
económicos, constituye una educación pobre para pobres.
¡Qué daño nos ha hecho esa mentalidad!. Otros países,
con mayor desarrollo educativo y económico, nos han demostrado que
ésta es una excelente alternativa (cuando no la mejor en la actualidad)
para tener una medición en tiempo real de la calidad, de la integración
de los investigadores, de la pertinencia del conocimiento y de la
validación de su utilidad. En ese orden de ideas, el compromiso
interinstitucional (Estado, gobiernos locales e instituciones de
educación superior, especialmente) debe cuidar de la masiva e
incontrolada pretensión de llevar la virtualidad educativa a todos los
escenarios, como una forma de impactar de forma rápida y a costos
accesibles, porque debemos reconocer que la virtualidad no es una
opción plena para cualquier persona, y que hace parte de los procesos
pedagógicos y de acompañamiento de los programas académicos,
identificar las competencias básicas cognitivas y de tecnología y
aprendizaje virtual que requieren los aspirantes, según la complejidad
académica de los programas implementados para tal fin.
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