EL AULA VIRTUAL UNA EXPERIENCIA NOVEDOSA I | Page 5

Hasta poco tiempo atrás, esa función de inculcación de conocimientos se veía favorecida por el hecho de que la plataforma global de conocimiento, y las bases del conocimiento disciplinario, eran relativamente reducidas y estables, lo que facilitaba la labor de la escuela. Hoy, en cambio, el conocimiento aumenta y cambia con gran velocidad. Esto puede ilustrarse con ejemplos tomados de algunas disciplinas: Química: desde comienzos de los años 90, más de 1 millón artículos aparecen en las revistas especializadas cada 2 años. Entre 1978 y 1988, el número de sustancias conocidas pasó de 360 mil a 720 mil, alcanzando en 1998 a 1.7 millones. Biología: sólo en 1977 se diseñó el método para determinar la secuencia de bases (las letras que codifican la información del AND); inicialmente permitía determinar la secuencia de 500 bases por semana. Hoy ese mismo método perfeccionado y robotizado, ha permitido descifrar los 3000 millones de bases del genoma humano en unos pocos años. Actualmente un centro de genómica puede determinar un millón de bases por día Matemáticas: cada año se dan a conocer más de 100 mil nuevos teoremas. El contexto tecnológico en que se desenvuelve la educación ha sido altamente estable a lo largo del tiempo; incluso más que los contextos de información y conocimiento. Desde la invención de la imprenta en adelante, la escuela se ha ajustado tecnológicamente al broadcasting del profesor, el texto, el lápiz, la tiza y el pizarrón. Sólo tardíamente se agregaron el retroproyector y, después, la TV y el VCR. Pero todo esto ha empezado a cambiar rápida y profundamente con la difusión global de las TIC . Uno de los principios axiales del orden escolar el cual es, el aislamiento de la escuela ha empezado a debilitarse por la conexión de las escuelas a las redes. las tecnologías del aprendizaje representadas se mueven desde lo análogo a lo digital; desde el broadcast a las formas interactivas y desde el control exógenos sobre el proceso (radicado fuera del alumno) al control autónomo (por parte del alumno). En cambio, lo que no está claro es con qué velocidad la escuela podrá adaptarse a las nuevas circunstancias, hacer la transición desde el mundo analógico al digital y así aprovechar las posibilidades que ofrecen las TIC en su versión más avanzada. Ni está claro tampoco cuántas escuelas y familias podrán completar esa transición y cuántas quedarán rezagadas, profundizando aún más la fractura de la sociedad. Ni tampoco se sabe por el momento con certeza qué resultados y ventajas reales de aprendizaje irán incorporando esas tecnologías, ni a qué costos para los gobiernos y los particulares. 04